«Mis padres eran reflejo de un país dividido»

La Voz

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

El guionista ha vuelto a colaborar con el ilustrador Kim en «El ala rota», cómic en el que narra la historia de su madre

15 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace unos años, la colaboración entre Antonio Altarriba y el dibujante Kim en El arte de volar -cómic que narraba la dura historia del padre del guionista- les valió el Premio Nacional de Cómic. Ahora han vuelto a juntar talentos en El ala rota, la otra cara de la misma historia. Esta tarde (18.30 horas) mantendrán un encuentro con sus seguidores en la UNED.

-Tras ahondar en la vida de su padre, le tocaba a su madre.

-No estaba previsto, es más bien un acto de reparación hacia ella, porque en El arte de volar aparecía en un segundo plano, y merecía mucho más que eso. Y como soy de familia corta, porque soy hijo único, podemos decir que la saga familiar ya está completa.

-Un padre anarquista y una madre católica.

-Puede parecer contradictoria, pero es el reflejo de la historia de una España dividida. Y no fueron los únicos. Creo que más que contradictoria es complementaria.

-Es otro modo de contar la historia de España.

-Hemos contado la historia desde el punto de vista del hombre, muy épico. Pero estaban estas mujeres, de las que nunca se ha hablado para nada porque no estaban en primera línea de frente, pero que cumplieron su misión y aportan una perspectiva muy distinta de los hechos. En episodios comunes a ambas obras, como la boda, cambia mucho la perspectiva según el punto de vista de quien lo cuenta.

-Puede verse cierto homenaje a una generación de mujeres.

-Se habla mucho de mujeres que fueron excepcionales, que llegaron a tener estudios, a dedicarse al arte... Pero la inmensa mayoría de las mujeres permanecieron olvidadas, supeditadas. Estas heroínas anónimas son las que necesitaban más urgentemente una reparación.

-¿Por qué escogió el cómic para contar estas historias?

-Para estas historias que tienen un peso histórico importante siempre me ha parecido el medio idóneo. Tiene una capacidad de evocación muy fuerte. Están muy bien documentados, hasta los objetos más cotidianos, como el tabaco, tienen una concreción por medio del dibujo que resulta inalcanzable en una novela, por muy preciso que seas en la descripción.

-Y si de dibujo se encarga Kim, mejor todavía.

-En el caso de El arte de volar fue una apuesta, pero visto como salió, para este no había duda. Es más, creo que en El ala rota se ha superado, tiene el trazo más definido y preciso todavía.

-Y ha vuelto a colaborar con Keko en «El perdón y la furia».

-Fue un sueño, porque nos llamaron del Museo del Prado, diciendo que les había gustado Yo, asesino, toda esa visión del protagonista sobre la crueldad en la pintura. Nos dijeron que tenían un montón de cuadros a nuestra disposición que representaban sufrimiento. Imagínate, fue como si la ficción se hiciese realidad. Me vi como el protagonista del cómic, al que por cierto me parezco bastante físicamente, escogiendo a Ribera como gran figura del suplicio y la tortura.