1 «Es primicia a nivel nacional. Con carabina existe, pero tiro con arco para invidentes es nuevo», me comenta Luis Vera, entrenador en el Sporting Club Casino. Ayer, un grupo de afiliados de la ONCE se iniciaron en este deporte con la particularidad, entre otros detalles, de que la diana es en relieve para que los practicantes puedan comprobar el resultado. «Todo el equipo auxiliar lo hemos fabricado nosotros», apunta Luis. «La intención, y el objetivo último, es que si le gusta a los afiliados se pueda llevar a cabo de manera continua y, quién sabe, hasta llegar a competir», destaca Abelardo Villar, coordinador de actividades de la ONCE.
Obelisco del amor
2 El jardincito del Obelisco amaneció ayer con una singular y dulce plantación, cupcakes que recuerdan a una rosa o piruletas con forma de corazón. La responsable de la iniciativa se llama Silvana Sieiro y, su objetivo, promocionar su pequeño negocio de la calle de la Torre. «Antes de dedicarme a la repostería trabajé en una agencia de publicidad... Y decidí hacer algo distinto», argumenta. A las seis de la mañana se plantó, precisamente, en el corazón de la ciudad. «Mi madre me dijo ?te van a meter en la cárcel? y, la verdad, estaba algo nerviosa, pero no había nadie», comenta Silvana. No solo dejó en el Obelisco los dulces, también unas tarjetas de descuento para su tienda Migas. Al que madrugó, Dios, y Silvana, le ayudó.
Colas por un móvil
3 Les cuento otra iniciativa comercial original, aunque de mayor envergadura que la de Silvana. Ayer por la mañana ya había gente esperando a las puertas de la tienda Vodafone de la plaza de Pontevedra. Y todo porque hoy, a las cinco de la tarde, los primeros cincuenta clientes de Yu (servicio low cost de la compañía destinado a los jóvenes) que entren con el cuerpo totalmente pintado (como la chica del anuncio) recibirán un Samsung Galaxy S4 G+ valorado en 600 euros. Un buen regalo y merecido para los que lo consigan porque pintarse y pasar la noche en la calle...
Rivas en Oleiros
4 Los chavales se lo pasaron en grande. Hasta cantaron. Manuel Rivas mantuvo un encuentro con escolares oleirenses en el auditorio da Fábrica. La cita giró en torno a su obra O raposo e a mestra y el escritor contó con la ayuda musical de Cé Orquestra Pantasma, la singular apuesta de César Freiría, el hombre orquesta.