«Jurado popular sí, pero no»

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Joaquín de la Vega y Manuel Ferreiro, abogados penalistas, coinciden que el veredicto es imprevisible

27 oct 2013 . Actualizado a las 11:24 h.

Vidas enfrentadas Jurado popular o juez profesional

En ese complicado mundo en el que se mueve la Justicia (abogados, procuradores, jueces, fiscales, secretarios, fiscales...) la cuestión del jurado popular los tiene divididos. Esto de dejar en manos de ciudadanos, para quienes la postura decúbito supino es es un tenor italiano, la suerte o la desgracia de un hombre, la mitad de ese mundillo no lo ve. La otra lo aplaude.

Hemos reunido a dos juristas. Penalistas ambos. De los que tienen callo con los jurados populares. Son amigos, pero el debate los encendió. Joaquín de la Vega está en contra, preferiría que solo juzgaran los jueces, que son los que saben. Manuel Ferreiro, en cambio, apoya la ley del jurado. «Porque tienen a un juez que los guía, les resuelve dudas y hasta puede disolver si no aprecia pruebas suficientes. Además, no está demostrado que los ciudadanos se equivoquen más que los jueces y si tienen un error, existen dos instancias superiores para remediarlo y aplican el sentido común frente a un suceso, que es el mejor de los sentidos».

«La presión mediática también la tienen los jueces»

Estos dos abogados, que han ganado y han perdido pleitos cuando se han enfrentado a un tribunal popular, coinciden en una cosa: «Un jurado compuesto por ciudadanos es totalmente imprevisible». «En todos los que intervine, no tenía ni idea de cuál iba a ser el veredicto hasta que fue leído», puntualiza Ferreiro. Cuentan una anécdota de lo que puede sentir y votar un ciudadano de a pie. En un juicio reciente, una integrante de un jurado votó en contra de la autoría de un asesinato de un acusado que ya había declarado que había sido él quien mató a la víctima. «Le dio pena el chico y, por ella, saldría libre».

Este ejemplo le da alas a Joaquín de la Vega, que insiste en la necesidad de que sean los profesionales, los jueces, quienes se ocupen de la justicia. Por su preparación y su conocimiento. «Un jurado popular no interioriza la ley ni su aplicación». Este abogado cree que «esta sociedad no es la mejor para tomar la decisión sobre condenar o absolver a un reo. Los latinos, con unos parámetros culturales distintos a los sajones, que nos movemos más por la pasión y la venganza, que cuanto más cruel sea un crimen, más severa será la venganza, no somos los más idóneos para sentarnos en un tribunal».

Manuel Ferreiro no opina lo mismo. Para este penalista, «la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones judiciales, por muy duro que sea enviar a un hombre a prisión o llevar en la conciencia que pudiste absolver a un culpable o condenar a un inocente, es la esencia del Estado de derecho».

Hablemos ahora de la influencia o manipulación mediática a la que están sometidos los miembros de un jurado popular. Sobre todo en casos como los de Marta del Castillo, los niños de Córdoba o, incluso, cuando ocurra -si ocurre- el juicio contra los padres de Asunta.

«La presión mediática también la tienen los jueces», sostiene Ferreiro. De la Vega, que asiente a eso, añade que «la gente de a pie, en esos casos tan mediáticos, llega a la sala del juicio con el voto totalmente decidido».

Joaquín de la Vega

Abogado penalista coruñés que participó en varios jurados

«La gente de a pie llega a la sala del juicio con el voto ya decidido»

Manuel Ferreiro

Abogado penalista con más de diez jurados a su espalda

«No está demostrado que los ciudadanos se equivoquen más que los jueces»