General Dynamics no varía su posición sobre el cierre de la fábrica de armas
A CORUÑA
El primer encuentro se salda solo con un acuerdo para la próxima cita, el 18
22 feb 2013 . Actualizado a las 07:06 h.Tres horas de reunión y escasos avances. Ese podría ser el resumen de la reunión mantenida ayer por directivos de General Dynamics con los representantes de los trabajadores, la primera tras la comunicación de que reducirán 623 empleos de la compañía, 172 de ellos vinculados al cierre de la fábrica de armas coruñesa y aplicarán un ERE temporal a parte del resto de su plantilla en España.
Fuentes de General Dynamics reconocieron que en la reunión se informó de que no contemplan una marcha atrás en su decisión, porque no han variado las condiciones que han provocado la presentación de estas drásticas medidas, que estiman necesarias para la viabilidad de la empresa tras perder más de 69 millones de euros el año pasado. La solicitud de retirada del expediente de regulación de empleo planteada por los sindicatos cayó en saco roto.
El único margen que ofreció la empresa es que están abiertos a la «flexibilidad» para llegar a un acuerdo con los representantes de los trabajadores, aunque remarcado que sería «dentro del marco» planteado.
Más allá del fondo de la cuestión, también hubo divergencia en los formalismos. Si los representantes de los trabajadores estimaban que debería considerarse la de ayer el inicio del proceso de negociación, desde General Dynamics no aceptaron ese calendario y consideraron que la cuenta atrás de los 30 días de negociación que establece la legislación vigente comenzó el pasado jueves, con la comunicación de las medidas. Eso sí se acordó intensificar a partir de ahora los encuentros. La próxima reunión será el próximo miércoles y, a petición del comité intercentros, comenzarán una hora antes, a las diez de la mañana.
En este primer encuentro no se habló de posibles indemnizaciones para los trabajadores que pierdan su puesto de trabajo si, como parece, General Dynamics no se aviene a reconsiderar su postura. La oferta encima de la mesa en este momento sería lo mínimo, 20 días por año trabajado con un máximo de un año. «Esa es la propuesta inicial y estamos abiertos a la flexibilidad para lograr un acuerdo», matizaron fuentes de la multinacional.
Documentación en inglés
Desde las filas de la representación sindical, la reunión supuso un jarro de agua fría. «Mal». Así resumió el presidente de la fábrica de armas coruñesa, Roberto Teijido, su percepción de cómo había ido esta reunión.
Además, cuestionó que no aceptaran retrasar el inicio del proceso de negociación, pese a que no cuentan con toda la documentación necesaria para fiscalizar el proceso. «Hai irregularidades, porque presentáronnos parte da documentación en inglés e hai datos concretos que nos faltan», explicó. «Se non nos dan o mércores os datos o proceso nace viciado», explicó Teijido, que participará hoy en la asamblea en la que se debatirá con la plantilla las medidas de presión a tomar.
Asimismo, dejó claro que sería cuestionable que se cerrase la factoría si se desbloquean nuevos contratos como el nuevo vehículo 8x8 o el carro de combate Leopard para Arabia Saudí, cuya una parte importante de las piezas corresponderían a la fábrica coruñesa de seguir abierta. Sin embargo, dijo que los directivos de la multinacional «escaparon pola tanxente» cuando fueron preguntados. También, cuestionó que se opte por el cierre cuando en los últimos años, más allá de una congelación salarial, no se tomó ninguna otra medida que pudiera mejorar la cuenta de resultados por la que ahora se justifica el cierre.