En la reapertura de la ría de O Burgo se extrajeron 150 kilos de almeja
12 sep 2012 . Actualizado a las 07:01 h.«Había moita concha, pero pouca ameixa». Era el resumen que hacía, poco antes de las tres de la tarde de ayer, uno de los 19 mariscadores que durante la mañana volvieron a faenar en la ría de O Burgo. La Consellería de Medio Rural e Mar levantó la veda después de que los últimos resultados de los análisis mostraran que había desaparecido la toxina lipofílica que afectaba al mismo.
La Cofradía de Pescadores de A Coruña cuenta con 40 mariscadores con permiso para faenar con embarcación pero ayer solo salieron 19 «e mañá ao mellor non ven nin unha ducia», comentaba el patrón mayor, Manuel Cao, mientras se procedía al pesaje y venta de las capturas.
Los poco más de 150 kilos capturados por todas las embarcaciones se repartieron del siguiente modo: almeja babosa, 69 kilos, vendidos a 4,50 euros el kilo; almeja fina grande, 53,50 kilos, y pequeña 17, pagándose la primera a 12 euros y la segunda a 7, mientras que de almeja japónica se capturaron 12 kilos, vendidos a 4,50 euros.
Cao apuntó que la cotización había sido muy semejante a otras lonjas del litoral gallego, si bien, al igual que los mariscadores, destacó la escasez de marisco que hay en la ría. Sobre las causas de ello, insistieron, una vez más, en la presencia de los lodos, el furtivismo... «Son moitas cousas».
De hecho, en la jornada de ayer no se extrajo ningún berberecho a pesar de que cada uno de los mariscadores estaba autorizado a extraer diez kilos. En el caso de la almeja, las capturas también estuvieron muy por debajo de los topes permitidos, puesto que las 19 embarcaciones que salieron a faenar podrían haber capturado más de 410 kilos, sumando todas las especies.
Los mariscadores sostienen que el banco no será productivo mientras no se drague la ría y que ayer muchos no fueron porque «están ás nasas». Cao recordó la carta que habían recibido de la Presidencia del Gobierno anunciando que en esta legislatura se elaboraría el proyecto para el dragado, «pero non ten datas, nin presuposto, nin di como se vai facer».