Caramelo denuncia los destrozos causados en la sede tras la reunión con el comité de empresa

EFE A CORUÑA

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Trabajo afirma que como «juez» de Caramelo no puede inclinarse por una parte.

11 jun 2009 . Actualizado a las 20:47 h.

La Consellería de Trabajo indicó hoy que intenta «por todos los medios» salvar los empleos en Caramelo, aunque recordó que su función en el conflicto es de «juez», ya que le corresponde resolver el Expediente de Regulación de Empleo, por lo que no debe inclinarse ni hacia un lado ni hacia otro.

En declaraciones, fuentes del Departamento de la Xunta recordaron que había ofrecido la mediación a ambas partes, pero que ninguna de ellas la demandó y puntualizaron que, para llevarse a cabo, tendría que ser consentida por ambas.

Respecto a la recepción del informe de la Inspección de Trabajo, las fuentes citadas confirmaron que su entrada se produjo esta mañana en la delegación territorial de la Xunta en A Coruña, no ayer, como indicó el comité de empresa, y resaltaron que la conselleira, Beatriz Mato, «será rigurosa con la Ley y, dentro de los plazos que legalmente tiene, estudiará el expediente».

En este sentido, también incidieron en que el departamento autonómico no puede tomar ninguna decisión hasta que cuente con todos los documentos pertinentes y lamentaron que no exista capacidad de diálogo entre las partes «en un asunto de tanta trascendencia, tanto para la empresa como para la plantilla».

Asimismo comunicaron la disposición de Trabajo a, si ambas partes lo consideran oportuno, iniciar un proceso de diálogo o facilitar el acercamiento entre las partes.

De esta manera, el Departamento autonómico respondió a la petición de los trabajadores que esta mañana reclamaron su mediación en la negociación, ya que, según señaló la representante de CIG textil y miembro del Comité de Empresa de Caramelo, Dores Martínez, la Xunta es «la única que tiene la posibilidad de evitar que este conflicto tenga mayores consecuencias para todas las partes».

No obstante, Martínez calificó de «intolerable» el «mutismo y pasotismo» del Ejecutivo autonómico en este ERE que afecta a 237 empleados de la compañía textil.

Por otro lado, la dirección de la compañía ha denunciado los «graves destrozos» registrados en la sede de la entidad tras la reunión celebrada hoy entre comité de empresa y los representantes de la entidad.

El objetivo de la reunión era un acuerdo sobre el plan de viabilidad de la firma, pero las negociaciones se dieron por cerradas al poco de empezar a tratar el asunto de las prejubilaciones.

«Si los propios trabajadores no creen en la viabilidad de la empresa, difícilmente puede salir adelante», indicó un portavoz de Caramelo.

A este respecto, los trabajadores, que se concentraron tanto en los terrenos de la factoría como en el interior del edificio y fueron acompañados por la Policía en su salida del recinto, negaron que se produjera ningún desperfecto, ya que «lo único» que pasó fue que se descolocaron algunas prendas, señaló a Efe la representante de CIG textil y miembro del Comité de Empresa, Dores Martínez.

Asimismo, Martínez criticó la postura «inflexible» de la empresa en la negociación, ya que mantiene su intención de hacer valer todos y cada uno de los términos que contiene el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), aseguró