Miembros de Ío ofrecieron ayer una charla en la que aportaron claves para reconocer fenómenos que suelen tomarse por ovnis
27 mar 2009 . Actualizado a las 11:54 h.«Hay muchas cosas surcando el cielo que pueden confundirse o no reconocerse. Pero al menos nosotros, en nuestra experiencia, nunca hemos visto un objeto volante que no pudiéramos identificar». Así se expresaba Óscar Blanco antes de la charla que ayer impartió en la Fnac junto a su compañero en la asociación astronómica Ío, Borja Tosar. Esta se titulaba Cómo sacar buenas fotos de Ovnis, «un título algo extraño -reconoce Blanco-, pero que no debe llevar a confusión, ya que queremos analizar este fenómeno desde una perspectiva escéptica».
El objetivo de esta charla de carácter divulgativo no era desmontar el mito, pero sí aportar ciertas evidencias que podrían abrir los ojos a más de uno: «Los ovnis tienen más que ver con el observador que con el objeto en sí. De hecho, los que aseguran haber visto alguno no suelen ser astrónomos. Así que no es que no existan, sino que algunos ven ovnis y otros fenómenos atmosféricos, o bólidos...», asegura Blanco. Esto ocurre con cierta frecuencia. Todavía es reciente el caso de la señora que afirmó ver un platillo volante en Iñás y avisó a la Guardia Civil, una circunstancia ante la que el astrónomo asegura que no sabe muy bien «cuál sería el papel de la Benemérita en caso de una visita extraterrestre».
No se trata, pues, de poner en duda la existencia de vida en otros planetas, sino simplemente que esta venga de visita a la Tierra y que ni siquiera se moleste en saludar: «Pongo la mano en el fuego por que sí existe algún tipo de vida, que no tiene por qué ser inteligente, en otros sistemas, a unas distancias enormes. Además, ¿por qué iban a molestarse en recorrer todo ese camino para después esconderse?», se pregunta el astrónomo.
Tomando como base una serie de imágenes, la mayoría tomadas por los miembros de la asociación, Tosar y Blanco dieron explicación científica y cabal a los supuestos ovnis que mostraron: globos sonda, satélites artificiales, bólidos, planetas que cambian de color cuando están en la línea del horizonte, nubes muy altas a las que les da la luz del sol a pesar de haber anochecido, «incluso una gaviota a cierta altura, en la que se refleja la contaminación lumínica de una ciudad, puede pasar por un ovni», asegura Blanco, que insiste en que a pesar de que el firmamento está lleno de fenómenos de difícil catalogación, «no tienen por qué identificarse con visitas extraterrestres, aunque esto tenga su atractivo para mucha gente». En su dilatada experiencia mirando al cielo estos astrónomos han llegado a presenciar una explosión de rayos gamma, afirma Blanco, «lo que no es muy habitual. Y aunque en un principio nos desconcertó, como siempre, terminamos encontrando una explicación científica».
Curso en Relaciones laborales
Esta tarde (19.30 a 22 horas) Borja Tosar imparte la última sesión del curso de astronomía que se está celebrando en la escuela de Relaciones Laborales. Al acabar habrá una sesión práctica de observación de las estrellas.