«Sin suelo industrial íbamos camino de desaparecer»

Luci Garcés

A CORUÑA

El asentamiento de empresas en el ayuntamiento permitirá más ingresos en las arcas municipales

08 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

El municipio de Aranga tiene 171 años desde que se creó y se establecieron sus primeros límites, porque tuvo una reforma en 1839 que entregó una de sus parroquias al vecino municipio de Oza dos Ríos. Montañoso, maderero, está cortado en dos por la N-VI. Pese a las señalizaciones de Montesalgueiro y A Castellana, ambos lugares del ayuntamiento, Aranga es un lugar a descubrir, una bajada a un valle umbrío recorriendo las montañas, los bosques. Un paraíso casi. La carretera que desde la autovía lleva hasta el centro del concello, o la AC-151, de la Xunta (con mal firme y peor señalización) o finalmente la de la Diputación que conduce a Ponte Aranga, sede de la casa consistorial, permiten sumergirse en un ambiente tranquilo, rural. Soñar con pescar en las límpidas aguas del Mandeo.

El 26 de mayo del 2002, Manuel Brañas Abad (PP), nacido en 1950, accedió a la alcaldía tras la muerte de Xosé Mosquera Maceiras. Y sigue al frente de un municipio de 2.466 habitantes, casi la mitad que tenía a principios de siglo (o de los que tenía hace unos veinte años), que viven sobre una superficie de 119,6 kilómetros cuadrados, dando una de las densidades de población más bajas de la provincia de A Coruña.

-¿Cuáles son los principales problemas que afronta el municipio?

-La aprobación del Plan General de Ordenación, que se encuentra pendiente de un informe de la Consellería de Medio Ambiente.

-¿Sólo un problema?

-El Plan General supone dejar a una lado las normas subsidiarias y poder disponer de suelo para construir viviendas y crear polígonos industriales, y con ellos, puestos de trabajo y con ellos que se mantenga el crecimiento vegetativo y crezca, porque mantenerse lo llevamos haciendo unos tres años. Y tenga en cuenta que si no fuese por el suelo industrial que ya existe Aranga iba camino de desaparecer. Hay ya pocos agricultores y mucho monte y parcelitas muy pequeñas de uno a tres o cuatro ferrados.

-Habla en plural de los polígonos industriales...

-Tenemos montones de solicitudes para instalarse en el de Montesalgueiro, pero tenemos otros dos pendientes de calificación, que compraron empresarios. Nosotros tenemos empresas, como una de puertas con una plantilla de cien personas, la mayoría del ayuntamiento, que lleva tiempo deseando poder ampliarse. Esperamos que el puerto exterior de A Coruña dé un impulso a estas empresas que quieren venir a asentarse en nuestro municipio, porque estamos sólo a media hora de A Coruña.

-¿No existe concentración parcelaria?

-Tan solo en la parroquia de Cambás, dedicada a la agricultura y a la ganadería.

-¿Y el resto de las parroquias?

-Parte de la de Aranga se dedica también al campo y la ganadería, pero, por ejemplo, en la de Feás deben de quedar, tan sólo, cuatro vacas. Pero lo curioso es que los que regresan a instalarse en nuestro municipio, sobre todo los jóvenes, se quejan del paso lento de las vacas por las pistas, del olor de éstas o de los silos, olvidándose de que no todo en el campo huele bien.

-Se pude observar que la construcción esta emparejada con el paisaje...

-Sí, se está construyendo bien, es algo que estamos consiguiendo. El paisaje y la tranquilidad hacen que incluso haya constructoras que quieren urbanizar. Otra cosa que depende del Plan General.

-¿Industrias y casas son lo que traería ingresos a las arcas municipales?

-Sí. Supongo que me preguntará cuánto cobro. Son 1.656 mensuales por dedicación exclusiva. Después hay otra media dedicación, y nada más. Ser concejal en ayuntamientos como el nuestro es mucho de vocación, no llegan a cobrar 700 euros anuales y esto lleva tiempo y paciencia. Y, algunas veces, no sé como podemos llegar a pagar todos los gastos de alumbrado público, mantenimiento de los centros de salud, etcétera.

-¿Colegios?

-Tenemos pocos niños, unos 50 que estudian aquí hasta sexto de la ESO. Después, según donde vivan, es decir según el trayecto que tengan que hacer en bus, van a los institutos de Betanzos, Guitiriz y Curtis, entre 50 y 60.

-Con tantos bosques, ¿cómo evitan los incendios?

-Este año fue fácil, prácticamente llovió todo el tiempo. Pero aunque los montes se vean así, el año pasado ardieron 600 hectáreas.