El pulso de la ciudad Lola, la mujer de Chuny Bermúdez de Castro, el coruñés que participa en la Vuelta al Mundo de Vela, se lleva a sus hijos de 1 y 3 años a Sudáfrica y Australia para estar con su marido
12 nov 2005 . Actualizado a las 06:00 h.El coruñés Chuny Bermúdez de Castro , el único deportista gallego que tomó la salida en Vigo en la Volvo Ocean Race, no estará lejos de su familia durante los nueve meses de travesía por todo el planeta. Lola Castro , su mujer, a la que conoció en el Náutico de A Coruña, lo acompañó ayer en las Rías Baixas, y el 3 de diciembre volará a Ciudad del Cabo para esperarlo en el puerto sudafricano. Muchas horas de viaje en avión con sus dos preciosos hijos, Lola, de tres años, y Carlos, de uno. No hay Chunito . «Volamos de noche, que es mejor. Me preocupa más el pequeño porque está hecho un gamberro y no quiere más que andar. Lola se entretiene con una película y pintando», explica la aventurera madre, que cuenta con la ventaja de que es azafata. El trayecto a Sudáfrica, con escalas en Madrid y Johannesburgo, será sólo un aperitivo comparado con el que le espera en enero. ?ola y sus hijos regresarán a A Coruña el 3 de enero para pasar con el resto de la familia la fiesta de Reyes. El 17 del mismo mes volverán a embarcar rumbo a Australia. «Este viaje me preocupa más porque es de día y son más horas. Vamos de Santiago a Londres y de allí a Melbourne. Me imagino que con alguna escala más», comenta con cierta preocupación. Mientras tanto, Chuny estará desafiando a los mares del norte y, en especial, a los temibles del sur. «Aunque estoy acostumbrada, siempre te pones un poco nerviosa porque la prueba tiene un riesgo, aunque sé que a él es lo que más le gusta», sentencia. Ahí tienen a la mamá y a sus dos pequeños en su casa de Cecebre esperando poder volver a ver pronto a papá. ?a modelo y presentadora también es madre y viajera. Ayer, sin ir más lejos, estuvo en A Coruña con motivo del lanzamiento de su tercer libro, Los Cuentos de Paloma Lago , en el que seguro que su hijo Javier le sirvió de fuente de inspiración. La cita tuvo lugar en la librería Avir de la calle Juan Flórez. La obra consta de seis cuentos e incluye una guía didáctica para aprender jugando. ?ara terminar en clave femenina les presento a un nutrido grupo de antiguas alumnas de las Franciscanas. Cada año celebran una xuntanza a la que cada vez acude más gente. Son las que finalizaron sus estudios entre los años 1974 y 1977, cuando el colegio se llamaba Madres Terciarias Franciscanas y estaba en la calle Rubine.