José Manuel Traba, exfutbolista: «En Fisterra hay muy buena cantera»

Caterina Devesa CARBALLO / LA VOZ

FISTERRA

MARCOS MÍGUEZ

ATLETAS DEL ATLÁNTICO | El histórico del Dépor divide sus fines de semana entre Riazor y la playa de Langosteira

21 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Empezó a jugar en las calles de Fisterra hasta que se trasladó a A Coruña para estudiar en la antigua Escuela de Maestría Industrial, actual Fernando Wirtz. Tras competir en el equipo del colegio, y después en el Santa María, entró en el Fabril y de ahí pasó al primer equipo, con el que jugó entre las temporadas 75-76 y 87-88. Ahora, José Manuel Traba (Fisterra, 1957) continúa vinculado al fútbol como comentarista.

-Se retiró joven. ¿Le costó mucho tomar la decisión?

-Me retiré a los 30 por una fractura en la tibia tras sufrir unos años antes una lesión que me marcó y que me tuvo un año parado, algo que fue horrible. Después entrené dos años a los cadetes del Dépor, pero estaba trabajando en la antigua CaixaVigo y era complicado compaginarlo.

-¿Tuvo otra oportunidad para volver a estar ligado al club?

-Cuando Tino Fernández entró en la presidencia me propuso formar parte del proyecto. Compartimos peluquero desde hace años y le pidió mi teléfono, pero en ese momento mi padre comenzó con la enfermedad del Alzhéimer y yo todos los fines de semana me iba a Fisterra para cuidarlo. Nadie sabe lo duro que es hasta que lo vive.

-¿Cómo ve ahora al equipo?

-Creo que estamos dejando pasar un momento histórico para cambiar la estructura del Dépor y asentar la idea básica en todas las categorías. El Celta estuvo muchos años en Segunda, pero se mantuvo fiel a su idea. Nosotros estamos continuamente cambiando, llega un entrenador con sus ideas, se va, y entra otro con las suyas. No tenemos una estructura definida y creo que tenemos que aclarar lo que queremos hacer para competir con nuestras armas. Eso no garantiza el ascenso, pero como se hace ahora tampoco. Es mejor estar otro año en Segunda B, pero aprovechar para definir el club.

-Usted sabe lo que es jugar en Segunda B.

-Sí, pero el fútbol de ahora no tiene nada que ver. En esa época nosotros jugábamos en campos embarrados con botas de agua, esos terrenos era impracticables. Las botas Marco pesaban muchísimo, y era un juego más físico, ahora es más combinativo.

-¿Cómo lo recuerda?

-Había dos grupos, el norte y el sur. Coincidió que el Celta también estaba en Segunda B y ascendimos los dos esa temporada, la del 80-81. Nosotros éramos mortíferos en Riazor, perdimos solo contra el Racing.

-¿Cómo fue su debut?

-Fue en Balaídos, yo tenía 17 años. ¡Eso sí que eran derbis! Me quedé asustado, nunca había visto tantas tortas ni peleas en un campo. La gente saltó de las gradas, fue una locura. Empatamos. Eramos doce o catorce jugadores gallegos de 22, entonces la intensidad era mayor a la de ahora.

-Vivió muchos, porque excepto un año jugó siempre en el Dépor.

-Sí, e irme cedido en la temporada 77-78 fue mi salvación. Fue mi trampolín. Me convertí en el máximo goleador de la categoría por lo que volví con más fuerza todavía.

-Uno de sus muchos entrenadores fue Arsenio Iglesias.

-Arsenio es único, la verdad. Me lo encontré antes de la pandemia, pensé que no me iba a reconocer y al verme a cincuenta metros ya me dijo: ‘Ay Trabiña’.

-Es el segundo máximo goleador del equipo, con 108 tantos.

-Eso ya lo aclaró Pachi Dopico en alguna entrevista. En el cómputo no suman los goles de Segunda B, si se cuentan soy el máximo goleador.

-Además de al Dépor, sigue al Fisterra.

-Sí, siempre lo he seguido. De pequeño los iba a ver ya con seis o siete años. Además, conozco al entrenador de ahora, Jaime Sánchez, y creo que han acertado con él, ya el anterior era muy bueno. En Fisterra hay y siempre ha habido muy buena cantera.

-¿Sigue a más equipos de la Costa da Morte?

-Sí. Además, la Liga da Costa es, para mí y para muchos, la mejor competición de toda la provincia y puede que de Galicia. Siempre hubo muy buen nivel en el Ponteceso, el Carnota, el Cee...

-Vive en A Coruña. ¿Visita mucho Fisterra?

-Todos los fines de semana. Además de por ver a la familia, porque me relaja mucho caminar por la playa de Langosteira, y en verano disfrutar de la puesta de sol. En A Coruña estoy siempre mirando el reloj y en Fisterra lo dejo en casa junto al móvil.

Su trayectoria

Carrera. Militó durante doce temporadas en el conjunto blanquiazul, con el que marcó más de un centenar de goles.

Despedida. Se retiró a los 30 años tras sufrir una lesión en la tibia.

Actualidad. Continúa ligado al fútbol como comentarista.