La gran mayoría están en el municipio de Muxía, tanto por número como por superficie
12 mar 2021 . Actualizado a las 15:41 h.La inmensa mayoría de los bienes públicos que hay en la Costa da Morte pertenecen a la Xunta o a los concellos. El Estado apenas tiene propiedades, pero las tiene, muchas menos que la Iglesia (más de 1.300). Y muy heterogéneas. A través del portal de transparencia del Gobierno, el listado fue publicado a conocer a finales del año pasado, lo que permite conocer todos los bienes, que van desde solares rústicos o urbanos, hasta los terrenos del parador (y el edificio) y por supuesto los edificios de servicios públicos estatales: las dos Delegaciones de Hacienda (Cee y Carballo), la Seguridad Social, o las parcelas para las antenas de Salvamento, como la que hay cerca de Touriñán. Unas pocas decenas de bienes de los 1.908 que hay en el conjunto de Galicia.
En la mayoría de concellos, sus propiedades son inexistentes. Por eso llama aún más la atención lo que ocurre en Muxía, con 28 propiedades. Es uno de los municipios que más tiene de toda Galicia. La de Salvamento, el ISM y el parador son evidentes. El de Lourido, por cierto, tiene una superficie de 128.380 metros cuadrados, y solo lo supera en tamaño, en la provincia, la isla de Sálvora. Es una de sus propiedades más preciadas en Galicia, y que más trabajo le ha dado conseguir. Pero tal vez llaman más la atención las parcelas. Dos son urbanas o edificables: una en Cebráns, y la otra, en la calle Antonio Barros, en la zona de O Enfesto, al lado del colegio y el albergue. Otras 23, rústicas. Las mayores se llaman Leiras do Recorte y tienen casi 7.000 metros cuadrados. La siguiente, O Recoste, con más de 6.500 metros cuadrados. De ahí hacia abajo hay de todo, hasta la más pequeña, con 405 metros. El Estado las identifica por sus nombres de siempre: Xesteiras, Muíño de Abaixo, Cambeiras, Fonte de San Isidro, Sanguinales, Pradiños... Todo un tratado de microtoponimia con pertenencia estatal.
Todos estos bienes permanecen ajenos a usos o transacciones, al menos que se sepa. Pero, en los tiempos de Alberto Blanco como alcalde, intentó el aprovechamiento de, al menos, el solar de Antonio Barros, donde quiso levantar, junto a terrenos adyacentes, una escuela juvenil. «Pero no PXOM non nos deixaron», se lamentaba ayer. De los rústicos asegura que, en su mayoría, son masas comunes o procedentes de ellas que, por el motivo que fuese, siguen dependiendo del Gobierno central. En otros concellos pasaron a la Xunta hace tiempo y esta a su vez se los cedió a los concellos.
Muxía es, desde luego, un caso aparte. Pero las peculiaridades se encuentran en más lugares. En Camelle, por ejemplo, el Estado tiene un «terreno sobrante del paseo marítimo, parcela 2, polígono 22», con 4.337 metros cuadrados. Es la herencia del paseo que construyó Costas, en la zona del palco de la música nunca usado. Desde el gobierno local ya han comentado en alguna ocasión con Costas la necesidad de desafectar (cambiar de uso) esa zona, como señalaba ayer la alcaldesa, pero es un tema pendiente.
En Coristanco, la situación es llamativa: solo tres bienes, pero enormes y rústicas: la finca Encruceladas, de 19.239 metros cuadrados; Fonte Lagardoña, de 56.137; Sucheiras, de 26.124, y la más pequeña Pedralonga, de 842.
En Malpica, en la carretera que va «de Buño a Laxe» (debe ser en Buño, aunque no se detalla, porque a pocos metros ya está el límite con Ponteceso) hay un terreno de 190 metros cuadrados de «patrimonio sindical acumulado». Probablemente se trata de bienes incautados durante el franquismo que con los años se fueron recuperando. En Muxía hubo un caso muy conocido que llegó al Supremo.
En Laxe, el Estado tiene O Xuncal (3.080), Cal das Moas (4.740) y unas Brañas de 10.620 metros, además de Pozos negros (4.675). En Zas, 910 metros rústicos en Os Rieiros, Pontes (8.165), Cotón (3.590), As Tiras (5.375), Cabanelas (7.320), Agra de Churía (580), A Costa (7.090) y la Agra de Abaixo, de 4.900. En Cerceda, la Chouza do Castillo de Arriba, de solo 54 metros cuadrados, para una estación meteorológica de la Aemet. Esta es la parcela más pequeña que el Estado tiene en la comarca.