Tienen derecho a venir

María Xosé Blanco Giráldez
María Xosé Blanco CORONAVIRUS

CARBALLO

03 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El miedo es libre y es normal que, después de la que hemos visto caer en otros puntos de España, por la Costa da Morte lo tengamos. Vivir en un rincón de la Península nos ha favorecido por una vez y el coronavirus ha tardado tanto en llegar que, para cuando se aproximaba, ya nos habíamos atrincherado, pero sabemos que puede tratar de atravesar las fronteras en cualquier momento. Por eso es normal que, también por una vez y en contra de lo que era habitual, temamos el desembarco de turistas en nuestra tranquila comarca. Pero, si las normas derivadas de la desescalada se lo permiten, tienen derecho a venir.

Claro que sería para nosotros, los ciudadanos de a pie, un verano ideal si se prohibiera la movilidad entre provincias, pudiendo disfrutar a nuestras anchas de las playas, en las que no habría que parcelar ni vigilar, y del resto de encantos naturales. Pero también en este caso hay que pensar y actuar con ese sentidiño al que tanto se apela. Por todos los empresarios que tienen en el turismo su principal fuente de ingresos y por todos los visitantes que en otras circunstancias serían recibidos con los brazos abiertos. Eso, por no hablar de los muchos forasteros que tienen en la comarca su segunda residencia, a la que es normal que tengan ocasión de volver si la normativa se lo permite.

En cuanto el avance de la desescalada lo permita, y no antes, claro está, tendrán todo el derecho a venir, como nosotros lo tendremos ahora y en el futuro a atravesar las fronteras de la comarca en busca de nuevos destinos. Seamos anfitriones comprensivos.