La escasez no logra elevar el precio de las fabas en la zona

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Un solo tratante acudió ayer a Baio para adquirir fabas asturianas plantadas en la zona.
Un solo tratante acudió ayer a Baio para adquirir fabas asturianas plantadas en la zona. ana garcía< / span>

Los tratantes ya fijan el precio de la variedad asturiana en los 2,5 euros

21 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Las ferias de Baio y Paiosaco no fueron ayer demasiado buenas para los agricultores de las comarcas de Bergantiños y Soneira. En plena temporada de fabas las transacciones fueron muy escasas. En este caso la baja producción no ha servido para levantar los precios. En la localidad zasense la única tratante que acudió solo ofrecía 2,5 euros, lo que hizo que la inmensa mayoría de los vendedores retiraran sus ofertas.

Tampoco fueron mucho mejores las cosas Paiosaco, donde hubo menos público del que es habitual. La escasa cosecha de legumbres de este año puso las cosas difíciles a los organizadores de la Feira das Fabas, que se celebró el pasado día 6. Rodolfo Tuset, de la asociación Queiroga, reconoció que en esta ocasión fue complicado reunir las alubias necesarias.

Difícil lo van a tener de cara a este fin de semana los responsables del Concello de Ponteceso, responsables de la Festa das Fabas, en la que se cocinan unas 2.000 raciones. Ya el año pasado tuvieron que recurrir a un tratante en lugar de recoger las legumbres por las casas de los labradores del municipio. Una de las productoras de esta localidad, que ayer acudió a Baio para vender su producción, reconoció que cada vez es menor la cantidad de habas que se plantan en el municipio. De la misma opinión es Elvira Redondo, de Cabana, que también estuvo en la feria soneirana y que consiguió sacar 3 euros por los 12 kilos del excedente de este año, mucho menor al que tenía en ocasiones anteriores. La mujer recuerda que hace unos años conseguía pagar todos los gastos de la vuelta al colegio de sus hijos solo con las alubias que le sobraban.

Para la mayor parte de los productores de la zona, la feria de Carballo es una de las más atractivas para este producto. Todavía se reúnen allí varios tratantes y la competencia consigue mantener las cotizaciones en los 3 euros que es lo que los agricultores consideran como precio mínimo. Sin embargo eso es lo que también piden a los particulares por cada kilo desgranado. Los mayoristas actúan como intermediarios de los transformadores. Una vez embolsado, el precio en los supermercados ronda los 10 euros el kilo.

La feria carballesa es la que registra mayor número de transacciones de legumbres