Un estreno a cubierto en Rianxo y los aleluyas de La Palomita culminan la Semana Santa

La Voz RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Cientos de feligreses acudieron a los últimos actos litúrgicos de la festividad

01 abr 2024 . Actualizado a las 20:27 h.

La Semana Santa puso su punto y final en Barbanza tal y como comenzó, con las miradas hacia el cielo. La lluvia condicionó el Domingo de Resurrección, en el que el estreno del Santo Cristo Resucitado en Rianxo y la escenificación de La Palomita en Muros fueron los protagonistas. Cientos de feligreses acudieron a los últimos actos litúrgicos de la festividad a lo largo y ancho de la comarca, despidiendo con fervor una semana en la que la lluvia impidió la salida de procesiones, pero que no evitó que la devoción se apoderase de las calles.

Especial fue la jornada dominical para la Irmandade da Paixón de Cristo, que al fin pudo celebrar la puesta de largo de la imagen del Santo Cristo Resucitado, que fue bendecida minutos después del mediodía por el párroco Marcelino Sánchez.

La previsión era que la actividad dominical comenzase con la procesión de la figura por el casco antiguo de la localidad, pero finalmente el tiempo no acompañó y la misa se celebró en primer lugar. En una iglesia de Santa Columba hasta la bandera, decenas de fieles celebraron el Domingo de Resurrección con la mente puesta en la comitiva posterior.

Tras un breve período seco el destino quiso que la lluvia apareciese de nuevo al final de la homilía, lo que impidió que el desfile recorriese las calles del municipio. Sin embargo, la celebración no perdió ni un ápice de emotividad pese a tener que celebrarse bajo techo. El centro del templo se convirtió en un espacio improvisado de procesión en el que la imagen fue venerada por los fieles, a los que acompañó la banda de tambores de la Irmandade da Paixón de Cristo.

Muros se volcó

Por su parte, en Muros la lluvia respetó el desarrollo de la característica procesión de La Palomita. Desde las 11.00 horas un nutrido grupo de personas desfiló por la villa acompañando a la procesión, ante la atenta mirada de los curiosos que se asomaban desde las ventanas de sus viviendas.

La mayor congregación de feligreses se produjo en O Curro da Praza, en donde tuvo lugar el esperado anuncio de la resurrección de Jesús. Antes de ello, como es tradición, una niña representando a un ángel fue la encargada de decir la proclama desde las alturas antes de que el vuelo de siete palomas acompañase una sonora ovación de los presentes. Tras ello, unos acordes musicales pusieron fin a la celebración en el exterior. La jornada dominical remató con una misa solemne.

También salieron en procesión en Porto do Son, en donde las nubes dejaron paso a los rayos de sol durante la mañana del Domingo de Resurrección. La banda de música de Caldas de Reis acompañó a la comitiva desde la capilla de A Atalaia hasta la plaza de España, en donde tuvo lugar el Encuentro de Resurrección. Tras esto, el recorrido finalizó en la iglesia parroquial, que fue escenario de la despedida de una Semana Santa cargada de emoción.