La venta de leña se dispara en Barbanza: «Con 500 euros tes a casa quente todo o inverno e co gasóleo non che chegan 3.000»

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Los profesionales reconocen que muchos clientes hacen ahora un pedido y esperan a enero para realizar otro

20 nov 2023 . Actualizado a las 14:37 h.

Aunque el frío todavía no ha comenzado a apretar, la mayoría de los barbanzanos ya han hecho acopio de distintos suministros para poder tener a punto sus sistemas de calefacción para los próximos meses. Con el alza combustibles, electricidad, e incluso pellets, la leña se ha convertido en la alternativa más económica para poder caldear los hogares, y esto ha provocado que las empresas del sector no den abasto en Barbanza.

Pablo Torrado confiesa que «estamos desbordados, tuvimos más demanda que nunca», lo que provocó que incluso haya tenido que dejar de servir al quedarse sin reservas. Tanto él como otros profesionales consideran que la explicación está en la inflación. «A economía vai fatal e hai xente que o está pasando moi mal, máis da que se ve», apunta José Vicente González, que reconoce que no ha parado de trabajar en las últimas semanas repartiendo leña. Este vecino de Bealo explica que la gente está apostando por la madera, «porque por 500 euros tes a casa quente todo o inverno e co gasóleo non che chegan nin 3.000 ao prezo que está, porque xa estivo a 1,50 euros o litro».

Lo habitual es que se sirva leña para las calderas, pero también hay mucha gente que la utiliza para las chimeneas e incluso para cocinas, «porque ultimamente hai moitos que están comprando estes electrodomésticos para cociñar e caldear a casa ao mesmo tempo», apunta González. De hecho, para Vanesa Iglesias esta tendencia de apostar por la madera ya se inició con la pandemia del coronavirus y luego ha seguido creciendo por el repunte de precios de la electricidad y el gasoil.

 Desembolsos importantes

En su caso dice que han notado un poco más de demanda, pero también se han percatado de las importantes secuelas que está dejando la inflación, porque hay mucha gente que no puede asumir desembolsos grandes con todo lo que han subido los precios. «Nunca nos había pasado, pero ahora tenemos clientes que antes te pedían dos camiones y ahora solo quieren uno. Si es un pensionista que cobra 700 euros al mes, no puede gastar 400 en leña, porque tiene que comer y comprar otros productos de primera necesidad», apunta la profesional de Isorna.

Lo normal, y siempre teniendo en cuenta lo que bajen las temperaturas en los meses de otoño e invierno, es que los compradores contraten dos tractores de leña, cuyo coste se sitúa entre los 200 y los 250 euros cada uno, dependiendo de la capacidad del vehículo y del tipo de madera, puesto que el eucalipto sale más barato; y, por lo tanto, es el más demandado, y luego está el pino, y por último el carballo, que se ha encarecido bastante. «Hay de todo, porque yo tengo clientes que me han llegado a pedir seis camiones en un invierno y otros que se han apañado con uno solo. También depende del tipo de vivienda y de los usuarios, porque las personas mayores suelen estar todo el día en casa», reconoce Sergio Collazo.

Él también ha estado trabajando a destajo en las últimas semanas, puesto que reconoce que hay gente muy previsora y almacena con tiempo su leña, «y otros que esperan a que llegue el frío para llamar». Además, tanto él como José Manuel Silva explican que la campaña suele concentrarse en unos pocos meses. «Hay clientes que empiezan en agosto a comprar una cierta cantidad de leña, y luego en enero y febrero realizan otro pedido para que no les salga muy costoso hacerlo de golpe, y así van ajustando en función de las necesidades», señala Silva.

Algunas empresas empiezan a prepararse para comercializarla a través de Amazon

Hace apenas un año Ricardo Fabeiro decidió dar el salto y crear en Abanqueiro una empresa destinada a comercializar distintos productos madereros, puesto que hacía tiempo que se dedicaban a las limpiezas y cortas en fincas, y ahora querían continuar con la cadena. «La demanda ha sido abrumadora, en dos semanas vendimos toda la leña que teníamos, alrededor de unos 15 camiones», señala, al mismo tiempo que indica que se están planteando iniciar la comercialización de madera por Amazon.

Cree que es una alternativa que cada vez tiene más tirón y él ya tiene experiencia en trabajar con este tipo de plataformas. «Hay unas ciertas tarifas que incluyen una cuota fija, una parte proporcional por las ventas y por el envío, pero calculo que serán unos 100 euros al mes», apunta Fabeiro. En este sentido, señala que la compañía ya dispone de furgonetas para la distribución en la comarca, «y es un servicio que funciona muy bien».

Mientras ultima este salto a la venta online, su primer paso pasa por contar con una nave para poder almacenar la leña y comenzar a comercializarla por las dos vías, tanto presencial como a través de internet.