«Se paramos todos, botamos abaixo o país»

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Trabajadores de diversos sectores regresaron a sus puestos con el objetivo de evitar otra crisis económica

14 abr 2020 . Actualizado a las 20:32 h.

Aunque el miedo a un posible contagio se palpa en el ambiente en todas las empresas de la comarca, la gran mayoría de los operarios que ayer regresaron a sus puestos después de dos semanas de parón son conscientes de que hay que trabajar si el objetivo es evitar otra crisis económica con consecuencias desastrosas. «Se paramos todos, botamos abaixo o país», admitía ayer Francisco Vila, que retomó las obras de construcción de una nave en el polígono de Espiñeira. Reconoció que están cumpliendo todas las medidas se seguridad, «aínda que traballar con mascarilla tanto tempo é difícil. Eu supoño que os sanitarios están acostumados, pero para nós é moi complicado».

También en la empresa de maderas que dirige Ramón Valentín volvieron a reabrir ayer, «pero só para pedidos ao por maior, non podemos vender a particulares. E os clientes que temos, non poden entrar, recollen na porta a mercancía». El empresario boirense afirmó que, desde que se inició la pandemia, ha disminuido el volumen de trabajo, una caída que también han experimentado otras compañías relacionadas con la venta de sanitarios o de productos del hogar.

Sin embargo, para las compañías vinculadas con el sector de la construcción no ha habido cambios significativos después de estas dos semanas. «Temos a mesma actividade que antes e non damos feito», dijo José Luis Ríos, que trabaja en una empresa de hormigones que mantiene en activo a una plantilla de noventa trabajadores. Aunque destacó que la actividad en general se ha ralentizado, espera que esto no les afecte.

 Sin cancelaciones

Con el mismo número de pedidos que cuando pararon hace dos semanas. Así retomaron ayer la actividad en una empresa de granito pobrense, «y por ahora no tuvimos ninguna cancelación de pedidos y estamos trabajando al mismo nivel que cuando lo dejamos», apuntó Antonio Boullón.

Aunque confía en que esta situación se mantenga, el empresario apuntó que el panorama actual es incierto, «y no sabemos qué pasará dentro de 15 días».

La obra pública permite que los concellos se vuelvan a llenar de operarios

Uno de los sectores a los que el Gobierno permitió volver al trabajo son todas las constructoras que realizan obra pública, una situación que provocó que ayer muchas calles de la comarca se volviesen a llenar de operarios. En la avenida de Ferrol de Ribeira se retomaron los trabajos de construcción de nuevas aceras, pero los trabajadores se encontraron con un pequeño problema: le habían robado el gasoil de la maquinaria, así que tuvieron que ir a buscar más para seguir con las tareas.

Según explicó el alcalde ribeirense, Manuel Ruiz, durante la comisión de seguimiento por la crisis del COVID-19, el objetivo del Concello es invertir más de 1,5 millones de euros en obra pública con el objetivo de ayudar a las pequeñas y medianas empresas a que tengan carga de trabajo para afrontar aminorar las consecuencias de la pandemia.

 Malecón de Cadarso

En Noia también hay varios proyectos importantes que han vuelto a reactivarse, «como as obras de remodelación da fachada marítima, que están agora coa construción da rotonda entre o malecón de Gasset e o de Cadarso», apuntó el alcalde Santiago Freire. A ello se suman los trabajos de la segunda fase de iluminación el puente por valor de 280.000 euros.

La construcción de la nueva sede para el Club de Remo Cabo da Cruz, o la renovación de las pistas polideportivas de O Castelo, en A Pobra, también son otras actuaciones que están en marcha.