La salud es lo que importa

BARBANZA

01 feb 2019 . Actualizado a las 15:56 h.

Llegó la época de las gripes. Las farmacias vieron incrementadas sus peticiones de medicinas para amortiguar una situación incómoda y poder seguir con los quehaceres diarios. Pero donde también se nota un incremento de ciudadanos es en los centros de salud. Pasillos llenos de pacientes en los que la principal canción es la de la molesta tos que hace poner en guardia a unos usuarios que acuden al dispensario en busca de remedios para hacer más llevadero un simple catarro.

Y es que la salud es el bien más preciado de todo ser humano. Sin embargo, el sistema que debe garantizar el bienestar de los ciudadanos está en entredicho. Muchos son los contribuyentes que ponen su dedo acusador hacia la Administración, y también los sanitarios públicos.

Con el paso de los años los recortes se han notado de forma considerable en un servicio vital para los contribuyentes que ya empiezan a estar hartos. Organizaciones políticas, ciudadanas y profesionales se han cansado. Comienzan a aflorar los cabreos y las calles ya son lugares de reivindicación. Y es que con la salud no se juega. Puede haber menos dinero para carreteras o para el AVE, pero la población no perdona que se retire ni un euro para sanidad.

La denuncia de posibles muertes en los pasillos del Clínico de Santiago está provocando un gran revuelo y preocupación entre la ciudadanía. Los políticos continúan a la greña y se echan la culpa unos a otros mientras la casa sin barrer.

Los barbanzanos miran con recelo a los responsables de la Xunta pues lo único que quieren es contar con un servicio digno y que al mismo tiempo les resuelva sus problemas con más agilidad.

Largas listas de espera para consultas externas o problemas con la atención pediátrica son algunas de las cuestiones que preocupan a los afectados en un asunto tan importante como la salud.

Ya no valen excusas. Es necesario invertir más dinero en mantener un servicio al que se acude cuando no queda más remedio. Es infame ver en las noticias los pasillos a rebosar y a los profesionales de la medicina en las puertas protestando y reclamando una atención digna.

Las privatizaciones y externalización de servicios son buenos para ahorrar un puñado de euros, pero cuando se ponen estas prestaciones en manos de empresas privadas en lo único que piensan es en ganar dinero. Hay muchos gastos superfluos que se podían eliminar y destinar los fondos a un servicio esencial como es la sanidad pública a la que por suerte o desgracia tenemos que acudir en algún momento de nuestras vidas. Por eso debe primar la cordura y apostar por mejorar un servicio imprescindible.