Marea de risas con el «raro, non moi listo e algo chungo» Zahera

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

M.X.BLANCO

Petróleo levantó con éxito el telón del ciclo de actividades culturales promovido por el restaurante Benboa

09 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Barbanza está siendo escenario de una interesante tendencia que contribuye, y mucho, a enriquecer los programas de ocio y cultura. A las salas que tradicionalmente daban cabida a este tipo de actividades se suman cada vez más locales hosteleros. La nueva incorporación a esta lista es el restaurante Benboa de Corrubedo. Para su estreno cultural, el negocio contó con Luis Zahera, quien echó mano de su currículo, el de un tipo «raro, non moi listo e algo chungo», para despertar las carcajadas del respetable.

Su monólogo recibió buenas críticas por parte del público y eso que el Petróleo de Mareas vivas advirtió nada más empezar que era un advenedizo, refiriéndose al poco tiempo que lleva como monologuista: «Os grandes son Cándido Pazó, Carlos Blanco e Quico Cadaval». Y de ellos aprendió que un buen método para meterse al público en el bolsillo es recurrir a hablar de uno mismo. Y eso fue lo que hizo Zahera en Corrubedo.

Recordó sus comienzos en Luar, llegando a autodefinirse como «un funcionario do estado de Luar», programa en el que lleva dos décadas. Pidió incluso una oración por su presentador: «Morre Gayoso e acábaseme o choio». De aquellos primeros pasos en la pequeña pantalla, Zahera recopiló alguna que otra anécdota como los «mareos» de Massiel: «Tes unha artista en horizontal enriba do escenario e estás fastidiado».

El actor reconoció que aprendió lo que era la popularidad tras su paso por Mareas vivas. A las típicas ventajas y desventajas que lleva aparejada la fama, Petróleo añadió el interés de algunas personas por buscar parecidos razonables. A él se lo encuentran con el marido de la duquesa de Alba, Chiquilicuatre, Sean Pean y (tras colocarse unas gafas), hasta con el presidente Feijoo.

Recta final

Zahera rememoró después su traslado a Madrid, «a descubrir as Américas», con el firme propósito de convertirse «nun galán». Pero, nada más lejos de la realidad: «O primeiro que me contratou foi José Luis Moreno, para facer dun xardineiro que estaba como unha cabra». Y tras su paso por Sin tetas no hay paraíso, llegó el «declive definitivo» con Celda 2011: «O meu obxectivo era facer unha película de morreos e o maior éxito foi o yonqui aquel».

Es la fusión entre su apariencia física y la trayectoria profesional la que llevó a Zahera a autocalificarse, en más de una ocasión, como «raro, non moi listo e algo chungo». El actor completó su monólogo con referencias a su infancia y a su período de estudiante en La Salle. También alabó, como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta el escenario, la gastronomía de la comarca.

El Benboa seguirá con programación cultural los próximos viernes. Los dos siguientes serán conciertos y el 28 habrá otra divertida velada a cargo de Víctor Fábregas.