El carnaval se resiste a marcharse

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

SIMÓN BALVÍS

Las ganas de fiesta se propagaron por Noia, Taragoña y Porto do Son

17 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El mal tiempo aguó la fiesta a quienes se disponían a disfrutar del carnaval el pasado martes, sin embargo, propició que este fin de semana, a los actos que tradicionalmente despiden el carnaval, se sumaran otros que se aplazaron para evitar que la lluvia los desluciese. Así, a citas ineludibles como el Rali París-Dakar de Noia, se sumaron las carrozas de Rianxo, el entierro del Felipiño en Carreira y otras actividades previstas para hoy. Definitivamente, este entroido se resiste a marcharse, para regocijo de los aficionados a la máscara y el disfraz.

El plato fuerte del fin de semana fue, sin duda, el París-Dakar, una cita que este año contó con la participación de 26 carrozas, muchas de ellas espectaculares. De hecho, la envergadura de algunos montajes, en los que participaron alrededor de cincuenta personas, prolongó el desfile más que en otras ocasiones. Con todo, los disfraces ofrecieron un espectáculo digno de ver, y muchos lamentaron que no todos pudiesen llevarse un premio.

El ganador, prácticamente por aclamación popular, fue el montaje de Avatar, en el que no faltó detalle, ni siquiera los malos de la película, y que impresionó al numeroso público que se agolpó en las calles para ver pasar el desfile. La carroza de Pearl Harbour obtuvo el segundo premio.

Más pasacalles

Ayer por la tarde, las celebraciones se trasladaron a otros puntos de la comarca. Así, a primera hora de la tarde salió de la iglesia de Carreira la comitiva fúnebre que remató en el muelle con la incineración del Felipiño. Por su parte, el lugar de Miñortos, en Porto do Son, vivió una tarde de lo más dulce con su tradicional fiesta de la filloa, que reunió a decenas de vecinos para degustar los postres típicos del carnaval y disfrutar de una jornada festiva.

Por su parte, en Rianxo al fin pudo celebrarse el desfile de carrozas, que, en esta ocasión, tuvo como epicentro Campo de Pazos, en Taragoña. Los encargados de la organización, la peña Castro Barbudo, se mostraron muy satisfechos por la cantidad de participantes -fueron nueve carrozas- y por la gran afluencia de vecinos que se citaron para seguir el pasacalles, que arrancó de las inmediaciones de la iglesia parroquial.

En cuanto a los ganadores, el vehículo que recibió el favor del jurado fue A casa do cañero, que se hizo con el primer premio, aunque nadie se fue de Taragoña de vacío ya que todos los participantes recibieron un obsequio de la organización.