¿Algo se mueve en el PP de Vilagarcía?

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Hay quien piensa que el delegado de la Xunta Luis López ?a la derecha de la imagen, junto a Cores Tourís, la presidenta de Portos de Galicia y Rosa Quintana? da un buen perfil de candidato
Hay quien piensa que el delegado de la Xunta Luis López ?a la derecha de la imagen, junto a Cores Tourís, la presidenta de Portos de Galicia y Rosa Quintana? da un buen perfil de candidato Martina Miser

El voto contra el pacto sobre el muelle de O Ramal sitúa al grupo popular en una posición excéntrica con respecto a sus referentes políticos en O Salnés

05 oct 2021 . Actualizado a las 21:27 h.

Desde que Alfonso González Gallego dejó su acta de concejal y la presidencia de la formación, en enero del 2020, el Partido Popular de Vilagarcía carece de dirección propia. En realidad, ni siquiera existe una gestora. Formalmente, es un equipo compuesto por tres mujeres —Marta Rodríguez Arias, que entonces vivía sus últimos meses como diputada autonómica, Ana Granja, que sustituyó a Gallego como portavoz municipal, y Elena Suárez, que hace año y medio era candidata al Congreso y ahora ocupa en el Parlamento de Galicia el escaño que Arias dejó vacante— el que sostiene las riendas de la agrupación. Con Rodríguez Arias apartada de la vida política, ese grupo se reduce en la práctica a Granja y a Suárez.

A nadie se le escapa, por otra parte, la carga política que entrañó el nombramiento del cambadés José Manuel Cores Tourís como presidente de la Autoridad Portuaria. Por muchas razones, Tourís, que en diciembre cumplirá su primer aniversario en el muelle de Pasajeros, sigue siendo uno de los primeros espadas de la gaviota en la provincia de Pontevedra. Junto a Gonzalo Durán, también sentado en el consejo de administración del Puerto, su principal referencia en O Salnés. Sería de una ingenuidad temeraria concluir que su llegada al segundo cargo institucional de Vilagarcía de Arousa no tuvo nada que ver con la debilidad extrema de un partido que salió baqueteado de su último encuentro con las urnas.

La ortodoxia y el pleno

Por eso, no deja de resultar sorprendente el sentido del voto que el grupo popular emitió el jueves, en el pleno en el que se debatía una modificación de crédito para que el Concello sellase su pacto con el Puerto sobre el nuevo centro de salud y el futuro de O Ramal. Al rechazar la operación, que Ana Granja criticó sin ambages, los concejales conservadores se situaron en una posición excéntrica con respecto a quien representa, de facto, la ortodoxia del PP en la capital arousana. Es decir, el propio Cores Tourís, que negoció en persona este acuerdo de compraventa de terrenos con el alcalde, el socialista Alberto Varela.

 El tiempo dirá si ese rechazo es consecuencia de la aprensión que en el PP local siempre ha existido hacia cualquier decisión que pueda interpretarse como foránea. Ese vilagarcianismo, por así decirlo, que en su día condujo a un agrio enfrentamiento entre Fole y Louzán. O si, por contra, no es más que una de esas contradicciones en las que necesariamente incurre quien defiende, por un lado, lo que su partido hace en las instituciones que gobierna, y ataca, por el otro, al contrincante que gestiona las suyas, por mucho que ambos coincidan en un mismo planteamiento.

Que en el PP de Vilagarcía algo puede moverse lo demostró hace meses José Juan Durán, cuando se ofreció públicamente a encabezar una corriente que tomase el control de la agrupación para preparar las municipales del 2023. Que algo así llegue a cuajar —no hace falta gran perspicacia para deducir que el expresidente de Portos de Galicia está en las antípodas de la línea oficial del partido— también se verá. De momento, como es natural, el descabezamiento preocupa, aunque sin prisas, en la casa popular. La mejor situada para pilotar el proceso de reconstrucción parece Elena Suárez. Sin embargo, ya hay quien piensa que Luis López, el delegado de la Xunta, da un buen perfil de candidato. Licenciado en Derecho y alcalde de Rodeiro durante diez años, está casado en Vilagarcía, como él mismo explicó el viernes en O Grove, y su relación con la ciudad es estrecha. Quién sabe.