José Juan Durán, ex secretario de Organización del PP de Pontevedra, apuesta por una alternativa política de carácter local para la capital arousana
19 mar 2021 . Actualizado a las 21:11 h.Hace semanas, en el transcurso de una entrevista, respondí a una cuestión sobre mi decidido regreso a la política local. Argumentaba que solo podría producirse en Vilanova o Vilagarcía de Arousa por razones obvias de nacimiento o residencia, respectivamente. Dicha afirmación cargada, creo yo, de sentido común provocó comentarios, cosa absolutamente natural. Muchos de los cuales me trasladaron, aspecto que agradecí profundamente. Los concernientes a Vilagarcía, hacen que como ciudadano (mi única condición en la actualidad ) me anime a formular, modestamente, unas reflexiones en clave de presente y futuro.
Empezare por decir que echo en falta un proyecto político local que suponga una alternativa integradora e ilusionante como cauce a las aspiraciones e intereses de amplios sectores de población. Un destacado número de personas a las que tuvimos la fortuna de escuchar de un tiempo a esta parte así nos lo hicieron llegar.
Articular un proyecto de las características que referiré es algo de alcance. Surge de la constatada necesidad de configurar una propuesta estratégica para un determinado modelo de ciudad.
Alternativa política de carácter abierto
Lo que planteo es otra cosa, poco usual si se quiere, y que consiste en crear una alternativa política, de carácter abierto y amplia base que recoja la rica diversidad social. Con frecuencia, se reducen estos proyectos a los clásicos preparativos de carácter previo a unas elecciones locales y que se concentran, además, en la antesala de las mismas. No es eso. Nada más alejado de nuestra idea. La antelación y rigurosa preparación es fundamental. El gran proyecto político para Vilagarcía debe conformarse desde un espíritu y con unos mimbres ganadores para así afrontar las asignaturas pendientes y, por supuesto, reivindicaciones y deudas históricas en diversos ámbitos. Pensamos, humildemente, que hay unas cuantas.
Exactamente son los que han impedido que esta ciudad, cabecera de la ría de Arousa, haya despegado en consonancia con su historia, potencial socioeconómico y demográfico. Antes ya apuntaba a una carencia fundamental: la ausencia de una planificación estratégica que genera la imposibilidad de ese salto hacia adelante en estas últimos lustros para asumir, Vilagarcía, el papel de incuestionable liderazgo que le corresponde en el hinterland en que está enclavada.
Un proyecto local alternativo
Un proyecto político local, alternativo a quienes rigen en la actualidad los destinos de la gobernación, que se nutra de la indispensable experiencia que atesoran los diversos estamentos ciudadanos junto con el empuje de una savia nueva deseosa de una oportunidad para dar el paso. Y ello porque hay una mayoría silenciosa que anhela ver a su ciudad en el concierto de las más pujantes de Galicia, desempeñando el papel líder que le corresponde.
El comercio de proximidad, los profesionales autónomos, las pymes, la industria, los sectores productivos del mar, entre otros, podrán competir, más y mejor, desde un modelo de ciudad, de municipio en su conjunto, que dé cobertura a proyectos estratégicos desde el músculo institucional adecuado.
Se trata de una alternativa ambiciosa para competir, con plenas garantías, en este siglo XXI de enormes desafíos, que se agravaran notablemente en la etapa pospandemia. El aunar dinamismo, talento, capacidad de convergencia, interlocución social, la búsqueda de equilibrios en el binomio urbano-rural son cuestiones todas ellas a contemplar en la estructura correspondiente que desemboque en algo tan trascendente y apasionante como un proyecto ganador para Vilagarcía.