Una Cuaresma en cuarentena y por Internet

Bea Costa
bea costa VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

La mayoría de las parroquias de la zona han suspendido las misas y se han anulado ya bodas y bautizos. Los funerales se aplazan y las exequias fúnebres, con aforo limitado. Algunos cementerios parroquiales también echan el cierre

22 mar 2020 . Actualizado a las 09:12 h.

El vídeo que el sacerdote Manuel Couceiro Cachaldora colgó en el Facebook de la parroquia de A Nosa Señora da Xunqueira de Vilagarcía el jueves había alcanzado ayer a las seis de la tarde 2.800 visualizaciones. A falta de templos y misas, Internet ofrece en estos tiempos de confinamiento la mejor herramienta para comunicarse, también para la Iglesia, que está recurriendo a esta vía para informar a la comunidad, para aconsejar y para lanzar mensajes de cercanía y consuelo.

Los perfiles de las redes sociales y los grupos de WhastApp de las parroquias están más activos que nunca. El párroco de San Vicente de O Grove y de Simes (Meaño), Juan Ventura Martínez, es uno de esos curas que están permanentemente conectados, mediante mensajes diarios en los que ofrece pasajes del evangelio o envía a los niños las fichas que corresponden a cada domingo de catequesis.

Hubo quien le propuso celebrar una misa por YouTube, pero descartó la idea habida cuenta de que hay opciones suficientes (Internet, radio y televisión) para quienes no quieran faltar a misa, aunque sea a distancia. Y a través de las redes no dejan de surgir iniciativas, como la de invitar a los fieles a rezar el rosario cada día a las ocho de la tarde o el Ángelus al mediodía.

Campanas en Valga

La comunicación virtual no solo la practican los más jóvenes. Sacerdotes veteranos como Don Paulino, en Sete Coros (Valga), también están en contacto con sus parroquianos a través del WhatsApp, aunque en su caso no deja de lado las tradiciones y sigue tocando a diario la campana para «transmitir esperanza y cercanía», explica. Todos los sacerdotes consultados coinciden en que la compañía, la palabra y las muestras de ánimo son más necesarias que nunca en estos días tan difíciles, y el teléfono se ha vuelto indispensable. «Yo tengo que cargar el móvil dos veces al día», apunta el cura de Carril, Eduardo Amado. «

A xente precisa sentirse acompañada, aínda que sexa só para falar»,  comenta el sacerdote Manuel Couceiro.

Lo que Internet no puede solucionar, todavía, es la celebración de los sacramentos como bautizos, bodas y comuniones, lo cual obligó a cancelar ya varias ceremonias que estaban previstas para estos días. La eucaristía se puede celebrar con limitaciones de aforo, pero la mayoría de los párrocos optaron por cerrar las iglesias y celebran misa a puerta cerrada «para pedir al Señor la protección de su pueblo», en los templos o en el salón de su casa, como hace Juan Ventura Martínez. Hay excepciones.

Santa unción en el hospital

Eduardo Amado sigue celebrando misa diaria (19.30 horas), aunque con muy poca gente y dando la comunión solo a quien lo pide, a ser posible, fuera de la liturgia. Además, mantiene el templo abierto para poder encenderle una vela al San Roque que sacó a la calle en una rogativa contra el coronavirus.

La santa unción es otro de los sacramentos que se pueden dispensar pese al estado de alarma. Eduardo Amado tuvo que asistir esta misma semana a un enfermo en calidad de capellán del Hospital do Salnés, y lo hizo con guantes, mascarilla y guardando las distancias.

Cierre de cementerios siguiendo el ejemplo de los ayuntamientos

Otra medida que se está adoptando consiste en el cierre de los cementerios. Los concellos de Vilagarcía y O Grove ya lo hicieron días atrás en lo que respecta a los camposantos municipales, pero la gran mayoría son de titularidad eclesiástica y allí las competencias son de la parroquia correspondiente. En los cementerios de A Illa y de San Miguel de Deiro, el párroco David Álvarez ya ordenó colocar el candado para evitar contagios.

Exequias fúnebres fuera del templo y con aforo limitado y funerales aplazados

El Arciprestazgo de O Salnés ha emitido una circular por la que informa de las restricciones que afectan a los actos religiosos como consecuencia de la crisis del coronavirus. En sus parroquias queda suprimido el culto público en todos los templos hasta después de Semana Santa y durante este tiempo los fieles quedan dispensados de la asistencia a la eucaristía los domingos y fiestas de precepto. El arciprestazgo invita a seguir las misas por la radio, la televisión o Internet.

Quedan también suspendidos hasta después de Semana Santa las bodas, los bautizos, los aniversarios y demás celebraciones religiosas. En caso de fallecimiento se celebrarán las exequias en el cementerio sin entrar en el templo, con un aforo máximo de 25 personas en el cortejo fúnebre, proponiendo la celebración del funeral hasta que se suprima la alerta sanitaria.

Suspendida la Semana Santa

Quedan anulados los oficios de Semana Santa así como el catecismo y otras actividades pastorales no litúrgicas como reuniones, charlas y cursillos. El despacho parroquial permanecerá cerrado. «Estamos viviendo un tiempo de desconcierto, aunque sabemos que Dios en su providencia está pendiente de nosotros pues no es ajeno a cuanto pasa», señala la circular que emitió el Arcipestrazgo de O Salnés por la crisis del COVID-19.