El Martín Códax que salió del mar

AROUSA

MARTINA MISER

Años de investigación han permitido a la bodega cambadesa zonificar sus miles de pequeñas parcelas y seleccionar solo aquellas más influenciadas por el Atlántico para elaborar su primer vino de zona, Arousa, un albariño con mucho carácter, con notas salinas, propias del océano

25 nov 2019 . Actualizado a las 12:15 h.

Martín Códax no es una, son muchos. Son más de 2.500 pequeñas parcelas diferentes repartidas por toda la comarca de O Salnés. Cada una, con su particular riqueza. Y poder sacarle todo el partido posible a esos viñedos es uno de los objetivos que se marcó hace tiempo esta bodega cambadesa. Concretamente fue en el año 2006 cuando empezó a trabajar en la zonificación de sus plantaciones a través de diversos proyectos de investigación, intentando seleccionar y agrupar a aquellas con características similares para poder elaborar sus vinos de zona, donde el terruño es el protagonista. El primero de estos albariños ya está aquí y lleva el nombre de la ría que baña los viñedos en los que se cultiva la uva. Martín Códax Arousa es un vino con carácter, con notas minerales muy altas y aromas muy salinos y hasta yodados. Es, como su nombre indica, como saborear un pedacito de ese océano Atlántico.

«Estes son os viñedos dos mariñeiros de San Tomé, en Cambados. Son parcelas pequenas, moitas delas de cepas vellas e que durante toda a vida usaban os mariñeiros para facer os seus viños», cuenta Miguel Tubío, director técnico de la bodega. Explica que estas fincas se ubican en la desembocadura del río Umia y, algunas de ellas lindan directamente con el mar. Son las uvas que aquí se cultivan las que han dado lugar al Martín Códax Arousa. «Martín Códax son moitos viticultores espallados por toda a comarca do Salnés e levamos moito tempo traballando na zonificación desas parcelas, tentando entender os diferentes viñedos que temos para aproveitar toda esa riqueza. Queremos utilizar esa diversidade tan grande, convertela nunha fortaleza e aprender a manexala», explica el director técnico. Y añade que en los mercados existen actualmente, «unha tendencia cara a este tipo de elaboracións que, ademais, lle achegan riqueza ao albariño». Estos conocimientos de zonificación se emplean ya en otras elaboraciones de la bodega, pero es la primera vez que se apuesta por un vino de zona, el Arousa. «Neste caso agrupamos as parcelas que teñen unha influencia máis extrema do océano Atlántico, fincas que tocan coas praias e que marcan as características do viñedo e da uva», insiste Tubío.

Amortiguar las temperaturas

¿Y qué características confiere esa cercanía al mar a las uvas que allí se cultivan? «Prodúcese unha amortiguación térmica, é dicir, hai pouca diferenza de temperaturas. No inverno non hai xeadas e non verán non hai tanto calor porque sopra esa brisa mariña que, ademais, lle dá un carácter salino», asegura Tubío. El resultado es un albariño muy mineral y con una acidez muy potente, «porque non se rexistran esas altas temperaturas que fan baixar a acidez», insiste. El albariño tiene unas notas de minerales muy altas, no tiene esa presencia de fruta tan característica de esta variedad de uva, pero sí unos aromas yodados, que recuerdan al mar de Arousa. «Ao probalo refórzase esa sensación salina», insiste.

No es este un vino del año. La añada que ahora saldrá a los mercados, de la que se comercializarán apenas 2.500 botellas, fue vendimiada en el 2017 y pasó por un proceso de crianza en bodega. «Ten unha acidez tan potente que pasou todo o 2018 en contacto coas súas lías e tamén tivo un proceso de crianza en botella», insiste. El vino está ya listo para consumir pero, gracias a esa acidez, es previsible que sea de los que tienen un largo recorrido. De esas botellas que merece la pena guardar para abrir más adelante y comprobar su evolución. Y también que el mar sigue ahí, presente en todo su esplendor.