Las británicas Chantelle Pressley y Hannah Shaw son compañeras de selección y buenas amigas fuera de la pista
01 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Todo derbi tiene su aquel. Cortegada y Arxil son dos rivales íntimos, de esos que se conocen bien. Apenas unos kilómetros separan sus bases, sus fortines. Curiosamente, ambas escuadras comparten este año una conexión inglesa. Hannah Shaw, del Cortegada, y Chantelle Pressley, del Arxil, son compañeras de selección. Venidas desde Gran Bretaña a España con la ilusión de seguir luchando por un puesto en el baloncesto profesional.
Las dos se sienten bien por estas tierras. Es cierto que Hannah le lleva unos meses de ventaja a Chantelle, que llegó a Pontevedra en diciembre para reforzar a las de Mayte Méndez. «Creo que nos hemos hecho más fuertes a cada partido» explica la jugadora del Cortegada, al ser cuestionada por su adaptación al equipo y su evolución. De la misma manera, Chantelle confiesa que se ha sentido «muy ayudada y bienvenida» en el grupo, algo que siempre favorece las adaptaciones.
Y es que para dos inglesas puede resultar un tanto extraño nuestro ritmo de vida. Hannah, por ejemplo, ríe al pensarlo dado que sus entrenamientos en tierras gallegas transcurren a horas en las que solía estar en cama, lo que para ella «es una locura», aunque todo sea por el basket. Los horarios también sorprendieron a la jugadora del Arxil, «ya que las tiendas cierran a la mitad del día», algo incomprensible allá en su hogar. También destaca de la Boa Vila la ausencia de coches o, más bien, la falta de necesidad de usar este medio de transporte. En su ciudad natal las cosas son bien diferentes.
Vivir en un núcleo pequeño también tiene sus ventajas. O eso piensa la pívot británica, que señala que Vilagarcía es una ciudad muy bonita, aunque diferente a lo que ella estaba acostumbrada «Todo el mundo es muy amable y acogedor. El club está lleno de gente maravillosa».
Si en algo coinciden categóricamente las dos internacionales es que el baloncesto en España está un peldaño por encima que en su país de origen. «Es muy diferente al de aquí. No es un deporte tan grande, no cuenta con cobertura en la televisión, ni tanto seguimiento», explica Hannah. «Creo que el nivel competitivo en la LF-2 es más fuerte que en la liga inglesa, aunque el estilo de juego es similar», continúa Chantelle.
Y sí, como no, ambas jugadoras se conocen y se respetan. Ahora bien, sobre la cancha la amistad va a tener que quedar aparcada por lo menos lo que dure el encuentro. La del Arxil define a Hannah como una «amiga» y una «gran jugadora» por lo que tanto ella como sus compañeras deberán concentrarse para ralentizarla y ganarle en Pontevedra. «Es una gran compañera», sentencia la del Cortegada. «Podemos cenar juntas la mayoría de las semanas y hacer un poco de turismo juntas, lo que siempre es divertido. Sin embargo, suspenderemos nuestra amistad durante algunas horas el viernes mientras vamos a la batalla». Lo dicho, hoy, a las 20.30 en el CGTD, derbi anglosajón.