El Museo da Conserva llena de contenido la Semana Santa isleña

AROUSA

Más de 300 personas -entre turistas e isleños- visitaron las flamantes instalaciones de la vieja fábrica de Goday

15 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El Concello de A Illa ha puesto mucho empeño en la reconstrucción de la vieja fábrica de Goday. Las decrépitas instalaciones fueron rescatadas del terrible estado de abandono en el que se encontraban y transformadas en, probablemente, uno de los museos con más encanto de toda Galicia. Esta Semana Santa, esas instalaciones pasaron su primer examen de fuego. La ubicación en ellas de la oficina municipal de turismo -las dependencias habituales de esta estaba cerrara por unas obras que se realizan en el entorno- ha permitido mantener el museo abierto en horario de mañana y tarde. Y ha servido como reclamo para que mucha gente que desconocía su existencia disfrutase de un entorno y unos contenidos que irán mejorando con el paso del tiempo.

Ayer, la concejalía de Turismo de A Illa hizo balance de lo que ha sido la Semana Santa. Y este es «totalmente positivo». «A visita ao centro de interpretación da conserva foi unha das actividades máis demandadas polos turistas nestas datas». Según los datos manejados por el Concello, «o cómputo total de persoas que visitaron as instalacións foi dun total de 316». Esas son las cifras arrojadas por la encuesta realizada en la oficina de turismo. Esos datos «superan con creces as nosas expectativas, tendo en conta a recente apertura do museo».

Según explicaba ayer la concejalía que dirige Fátima Rivas, la mayoría de las visitas se concentraron el viernes día 10 y el sábado día 11, cuando pasaron por la fábrica 73 y 100 personas respectivamente. Esa circunstancia se debe, según explicó el Concello, «á chegada de excursións ao municipio, que atoparon na apertura do centro de interpretación unha novedosa alternativa de lecer».

Hasta A Illa han llegado visitantes, sobre todo, de Galicia, aunque también hubo turistas llegados desde ciudades como Madrid y Barcelona. Las edades de unos y otros oscilaron entre los 36 y los 60 años, según las encuestas realizadas en la oficina de turismo.

Pero el museo de la conserva despertó, también, «unha enorme curiosidade entre os habitantes da Illa, que aproveitaron estes días para achegarse até alí e percorrer as instalacións con nostalxia, xa que moitos deles foron antigos traballadores da factoría». Para el Concello, dice Fátima Rivas, «é unha honra que os veciños se impliquen con este proxecto museístico, xa que as fábricas de conserva forman parte inexcusable da historia desta vila».