A Toxa o la ciudad de las estrellas

Serxio González serxio.gonzalez@lavoz.es

AROUSA

05 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La Ciudad de las Estrellas es un pequeño pueblo, situado al noroeste de Moscú. Creado al albur de los éxitos rojos en la incipiente conquista del espacio de finales de los 50 del siglo pasado, la villa de los cosmonautas -denominación de los tripulantes de vuelos espaciales de la extinta Unión Soviética- vio pasear por sus calles a auténticos mitos como Yuri Gagarin , el primer hombre que salió al espacio, en 1957. Fue allí, en el centro de formación de cosmonautas que lleva el nombre de aquel pionero de las estrellas, donde también se entrenó, décadas después, Sergei Krikalev , considerado como el último ciudadano de la URSS. Cualquiera diría que El Palomar divaga hoy acerca del sexo de los ángeles o, más bien, de las cosas que hacer cuando uno está en órbita. Paciencia. Poco a poco veremos que esta disquisición galáctica tiene su relación con la comarca de O Salnés y, en concreto, con algo que va a suceder en A Toxa este fin de semana. Solo hay que esperar un poco y seguir leyendo.

El asunto es que Krikalev es, hoy en día, el ser humano que más tiempo ha pasado en el espacio. Nada menos que 803 días, 9 horas y 39 minutos que se reparten entre ocho paseos espaciales. Una de sus más largas estancias se produjo, precisamente, entre mayo de 1991 y marzo de 1992, justo cuando la Unión Soviética se desintegraba. Sergei voló hacia el firmamento con la hoz y el martillo tatuados en el carné de identidad y pisó tierra firme en pleno rebumbio ruso, que ya no soviético. De ahí el título de último ciudadano de la URSS. La epopeya no frenó, en cualquier caso, su espíritu aventurero. Porque dos años después, en 1994, transitó el ignoto camino que separa al cosmonauta del astronauta de barras y estrellas de toda la vida y todas las películas norteamericanas. No se líen. Lo que hizo fue tripular el transbordador espacial STS-60, convirtiéndose así en el primer súbdito ruso en subir al espacio con los colegas y la maquinaria del antiguo enemigo irreconciliable.

Tan larga experiencia fue merecedora del título de Héroe de la Unión Soviética, la Orden de Lenin, el título de Oficial de la Legión de Honor de Francia y, actualizando el antiguo protocolo rojo, de nuevo Héroe de la Federación Rusa. Símbolo vivo de la hermandad espacial por encima de fronteras y banderas, también fue galardonado con la Medalla de Vuelos Espaciales de la mismísima NASA en 1994 y 1998, además de ser nombrado vicepresidente de Energía Rocket and Space Corporation en febrero del año pasado, a cargo de los vuelos espaciales tripulados. ¿Y qué tendrá que ver, insistirán ustedes, pacientes lectores, este hombre con A Toxa? Bien, allá va: Krikalev participará en la Noite Galega das Telecomunicacións, que el Colexio Oficial de Enxeñeiros de Telecomunicación de Galicia celebra este viernes en la isla meca, como cada año. No en vano, el programa está dedicado, en esta ocasión, a las telecomunicaciones en el ámbito del Espacio

El cosmonauta es, sin duda, la estrella. Pero la gala de los telecos contará con otros astros. Entre ellos, Barry Reynolds , presidente de la Federación de Ingenieros de Telecomunicación de los estados miembros de la Unión Europea, una organización con objetivos científicos y culturales. Ya en la nómina de los galardones, encabeza la lista de este año el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño , que será nombrado socio de honor. Gerardo García , director general de sistemas audiovisuales Itelsis, recibirá a su vez la distinción de ingeniero del año. Seguiremos informando.