Arousa suda deporte

La Voz

AROUSA

VÍTOR MEJUTO

El Palomar

05 jul 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

Ayer fue un día importante en la historia deportiva de O Grove. En el Concello estuvo Juan de Dios Román, todo un referente en el mundo del balonmano. El ex seleccionador nacional está en tierras arousanas porque en la localidad meca se celebra un campus organizado por el Rasoeiro que lleva el nombre del técnico. Y no sólo el nombre, porque el propio Juan de Dios aseguró que su implicación es máxima. Por el Concello pasó De Dios para ser recibido de manera oficial por José Antonio Cacabelos, alcalde de la localidad, en un acto en el que también estuvo el concelleiro de Deportes, Fredi Bea, y el presidente del club Francisco Pérez «Katelo». Además del reconocimiento oficial, estaba previsto que Katelo le impusiera la insignia de plata del club, pero al presi le cambió la cara justo antes de sentarse. Echó la mano al bolsillo y no encontraba la insignia, así que tuvo que regresar al coche para recogerla. Después de que hablaran el alcalde, el concelleiro de Deportes y el presidente del Rasoeiro, llegó el turno del protagonista y, como siempre, sus palabras no tuvieron desperdicio. Juan de Dios, que recordó su primer encuentro con O Grove -«cuando Queco (Fresco) y sus compañeros iban al monte a buscar agua para los jugadores de la selección española»-, lanzó al aire lo que viene a ser una promesa y todo un reto: convertir el campus en el mejor de Europa para las categorías de formación. Un reto a dos o tres años vista y para el que buscó el compromiso del alcalde. Cacabelo aguantó el envite -«recojo el testigo», dijo-, pero la advertencia del ex seleccionador fue clara: «Soy una mosca cojonera». En O Grove la cita es con el balonmano, y en Vilagarcía con el baloncesto. También durante toda esta semana muchos niños han dedicado la mayor parte de sus horas al deporte que más le gusta. Ayer, tras sudar a gusto durante la mañana y parte de la tarde, los más de doscientos niños que participan en el Vilagarcía Basket Camp -por donde pasó el jugador del Estudiantes Carlos Suárez- posaron con sus monitores para realizar la tradicional foto de familia. Ahí los tienen, tan felices. Mérito tienen, desde luego, los monitores, porque no debe ser fácil que tanto niño se quede quieto.