Las vacaciones ahora son veganas

Lucía Cancela
Lucía Cancela LA VOZ / REDACCIÓN

AL SOL

Caserío da Castiñeira

El sector servicios no puede renunciar a una demanda que se configura cada vez más latente y ofrecen una experiencia completa del veganismo

24 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El veganismo debe ser definido, según la Asociación Vegana Española, como un estilo de vida que se centra en la exclusión de toda forma de explotación y crueldad hacia el uso de los animales como alimento, ropa o cualquier otro tipo de empleo. En definitiva, se trata de un modo de vida que rechaza a los animales como mercancías. Los motivos por los que una persona se hace llamar vegana pueden ser razones éticas, ambientales y/o de salud. Manuel Rolán es gerente del Caserío da Castiñeira, único alojamiento vegano en Galicia, reconoce que su proceso fue progresivo: «Poco a poco vas conociendo más sobre la alimentación y aumenta tu sensibilidad respecto al tema animal».

Caserío da castiñeira

El término «vegano» aparece más vinculado al ámbito dietético, en el que se excluye de la alimentación cualquier producto de origen animal. El año 2019 puede considerarse el año de la revolución vegana; a pesar de que todavía sea un hábito alimenticio minoritario, cada vez toma más relevancia entre la población española. Según el informe Lantern, un 7,8 % de los mayores de 18 años practican algún tipo de variante vegana mientras que el mercado global de productos vegetarianos y veganos alcanzará los 4.400 millones de euros en el 2020. Sara Ramírez dirige junto a su marido, Alberto del Pozo, una casa rural vegana en La Rioja, El molino del Corregidor. Ella es vegana desde hace siete años pero señala que el término vegano comezó a cobrar fuerza hace cinco años aproximadamente.

El molino del corregidor

Cada vez son más empresas las que respetan esta práctica en sus modelos de producción y materiales. Ya sea por convicción propia o por cuestiones publicitarias, en el planeta recibe buenas noticias. «A veces siguen esta corriente por moda y otras, por el avance derivado de la consciencia, informacion o recursos. Hoy por ejemplo en Galicia es más fácil comer vegano que hace 10 años», señalaban desde el Caserío.

En plena época estival, ser vegana e ir de vacaciones no siempre resulta sencillo. En la comunidad gallega con una gastronomía basada en la carne y el marisco, cada vez resulta más sencillo seguir este estilo de vida y que sea aceptado a nivel social «en el camino de Santiago entra mucho el veganismo y cada vez hay más oferta». Sin embargo y si el bolsillo de cada uno lo permite, en España hay una amplia oferta de hoteles que han decidido dar respuesta a las necesidades y exigencias de sus nuevos clientes y catalogarse como hoteles veganos. En la mayoría de los casos, estos proyectos surgen del corazón y de la propia iniciativa de los dueños.

Caserío da Castiñeira

El gallego Manuel Rolán cuenta que su caserío o «casa» como él lo llama, nace de «manera natural, sin pensar en el márketing, siguiendo la filosofía vegana porque era nuestro modo de vida». Con una demanda creciente en este tipo de hospedajes, que aumenta exponencialmente cada año, no es de extrañar que sus comienzos fuesen llamativos y llenos de visitas: «Somos una casa rural con una oferta complementaria, y esto, junto a la localización en la que nos encontramos, hizo que no tuviésemos problemas para empezar.» Precisamente, los paquetes que este tipo de hoteles tienen disponibles son otros de los reclamos por parte de los clientes. Por ejemplo, el Molino del Corregidor no solo se limita a hospedar a gente, sino también realizan campamentos para niños aptos para veganos. Etiqueta que en sus comienzos les llevó a tener tan solo cinco pequeños, y en la actualidad, cuentan con más de treinta al haber añadido la palabra apta: «Nosotros no publicitamos el negocio como vegano, porque queremos que la gente descubra. Por lo que no nos apetece que nos juzguen antes por esta etiqueta».

El molino del corregidor

Una experiencia completa

Otra opción que los veggie pueden encontrar en otras casas rurales como el Caserío da Castiñeira son los paquetes que aunan salud, salidas guiadas por el monte y sostenibilidad: «Por un lado, lo que buscamos es alimentar el cuerpo y por otro, alimentar los sentidos». Los desayunos que ofrecen son veganos y ecológicos: «Ofrecemos pan de espelta, centeno y preferimos evitar la soja. Por eso nos inclinamos a favor de otro tipo de proteína». Además en su cocina podemos encontrar «aceites vírgenes de primera presión en frío, manteca de coco y harinas integrales». Por el uso de este tipo de ingredientes, la singularidad de los alojamientos veganos o vegetarianos es su oferta gastronómica: «Daba mucho miedo dar el paso a incluir desayunos veganos. Pero al final, acabó funcionando y nos hemos dado cuenta de que no pasa nada porque fuese vegano». Es más, la facilidad que proponen en cuanto a la adaptación del menú hace que algunos clientes omnívoros se replanteen su alimentación: «Ha habido gente que se ha hecho vegana tras conocernos».

Caserío da Castiñeira

España es uno de los destinos mejor valorados por los turistas, pero eso no nos exenta de avanzar con la sociedad y los nuevos estilos de vida.