La mejor ruta para jugar a ser sumiller

AL SOL

El enoturismo, que acumula adeptos, tiene en la Ribeira Sacra uno de sus grandes exponentes

17 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Ribeira Sacra es como ese hijo perfecto del que los padres no se cansan de hablar. Tiene lo mejor de cada casa: es el lugar ideal para los amantes de la naturaleza, para aquellos que disfrutan especialmente de la arquitectura románica y, ante todo, para los que no perdonan un buen vino. Los enoturistas más exquisitos comenzarán a vivir una experiencia multisensorial nada más pisar un pie en este punto que ejerce de frontera natural entre Lugo y Ourense. El olor de los viñedos que se sitúan en las laderas de las montañas es solo el comienzo de uno de los mejores planes del verano, que ademá -muchos alzarán la copa-, en algún caso, se pueden realizar en familia. Un ejemplo es bodegas Amedo.

Son vascos y madrileños los que, a tenor de lo que comentan los organizadores de diferentes bodegas de la zona, más se interesan por lo que el mundo vitivinícola tiene que ofrecer en la Ribeira Sacra. Pero no los únicos. Cuenta de ello da Adega Algueira (Doade), que abre todos los días del año ininterrumpidamente para hacerle pasar al turista una experiencia única. Produce tintos de variedades tan singulares como merenzao y brancellao, algunos de los cuales se ofrecen en la visita mientras los visitantes asisten a los diferentes procesos de producción. Tienen tanto tirón en esta bodega que a diario realizan tours en inglés. Y si uno se queda con ganas de más, una ruta en catamarán por el río Sil hará el resto.

También en Doade, a 15 kilómetros de Monforte, la bodega Regina Viarium ofrece una visita guiada por el interior de la bodega, en la que los expertos explican desde las características de sus viñedos al proceso de la vendimia. Tras el recorrido, el visitante degustará alguno de los vinos de esta bodega -Via Imperial, Via Appia, Vi Regina Viarium Godello...-.

De las visitas a bodegas, algunas de las que más tirón están teniendo en los últimos meses son Adegas Moure, y la bodega Vía Romana, ambas en O Saviñao. El protagonismo se lo han ganado tanto en la televisión como en la literatura. El programa Volando Voy, de Jesús Calleja, y el último premio Planeta, Todo esto te daré, han puesto estas bodegas en el mejor de los puntos de mira. En el caso de Adegas Moure, el taller de iniciación a la cata puede ser de gran utilidad para principiantes. Si uno, por el contrario, lo que quiere es un colofón gastronómico, en la bodega Vía Romana ofrecen comidas.

Aviso a navegantes para acudir a cualquiera de estas bodegas e irse así a casa creyéndose uno un sumiller: es imprescindible hacer reserva. Poco trabajo si se tiene en cuenta que estas visitas no sobrepasan los seis euros.

«Indies» y deportistas también tienen su lugar

La variedad de actividades que se ofrecen de forma independiente o como complemento a las catas de vinos en la Ribeira Sacra es amplia. El enoturismo gallego se ha adaptado para atraer a todo tipo de visitantes e incluso aquellos reacios al alcohol tienen también su espacio y plan. Desde el portal digital EnoturismoGalicia podemos contratar una ruta a caballo por Monforte de Lemos por el precio de 15 euros por persona y hora: una forma atractiva y singular de descubrir este místico entorno. Pero si uno no es muy amigo de los animales puede perfectamente darse un paseo en bicicleta, ¡que nadie se quede sin plan! Para los más clásicos siempre quedarán las caminatas por los viñedos o contratar un guía. En este caso, el experto diseñará una ruta personalizada al gusto. Además existe la posibilidad de realizar otras actividades más juveniles, como los kayaks, karts y «paintball».