El Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial usará un aeródromo que antes quiso dedicarse a transportar viajeros y a desguazar aeronaves
30 mar 2011 . Actualizado a las 09:35 h.El aterrizaje del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (Inta) en Rozas ha abierto una nueva vía para rentabilizar los 3,3 millones de metros cuadrados de superficie del aeródromo lucense. El instituto, que depende de Defensa, tiene la firme intención de usar las instalaciones para proyectos de investigación y desarrollo, tanto para usos militares como civiles, entre ellos aeroplanos no tripulados, conocidos como aviones espía.
Con esta nueva orientación se cierran definitivamente otras posibilidades que se barajaron para el aeródromo lucense, como los denominados vuelos de tercer nivel que planteó desde la Diputación su entonces presidente, Francisco Cacharro, a finales de los años ochenta. No fue la única. En el 2005 se creó una comisión empresarial para relanzar las instalaciones y se manejaron varias posibilidades, entre ellas un centro para el desguace de aviones, que finalmente quedó descartado, o el transporte de mercancías y de viajeros.
Para demostrar que era posible recuperar la actividad de los años sesenta en Rozas, programaron viajes promocionales a París, con un grupo de empresarios que acudieron a una feria y otro a Vitoria. Varios ministros socialistas aterrizaron en Rozas en sus visitas a Lugo en los últimos años en apoyo de estas iniciativas.
El Inta puede, de hecho ya lo está haciendo, empezar a usar el aeródromo antes de rehabilitar la torre de control que ocupará, junto con otros edificios. A Castro de Rei pretende trasladar parte de la actividad que desarrolla y que requiere una pista como la de Rozas, que tiene una longitud de 1.129 metros: aviones instrumentados, sistemas no tripulados, aerostatos para experimentación científica, ensayos para compatibilidad electromagnética y divulgación científica. Todas ellas, salvo esta última, que depende de las obras, tienen previsto ponerlas en marcha entre este año y el próximo, en función de las disponibilidades presupuestarias y de la solución de un problema que detectaron a mayores, un eucalipto centenario en la senda de planeo.
El Inta cuenta con el Aeroclub de Lugo para poner en marcha parte de los proyectos que quiere desarrollar en Rozas, entre ellos el de los aviones no tripulados. Aportaría naves de su propia flota para el seguimiento de vuelos de ensayo y demostraciones. El aeroclub lucense también asumió el compromiso con Defensa de instalar en sus avionetas más pequeñas equipamientos científicos como sondas atmosféricas.