La visita de Zapatero a Galicia, pendiente de que se fije antes su reunión con el Rey en Marivent
GALICIA
La anunciada visita a Galicia del presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, esta supeditada a la fecha que la Casa Real y la Moncloa acuerden para que el jefe del Ejecutivo y don Juan Carlos celebren en el palacio mallorquín de Marivent el segundo de los despachos ordinarios que los dos mandatarios realizan durante las vacaciones de agosto en la residencia estival de los monarcas.
Fuentes de la Moncloa indicaron ayer que aunque se sigue manejando el tramo final de la última semana de agosto para que Zapatero visite las obras gallegas del AVE, como prometió en julio en Madrid a Emilio Pérez Touriño, «todo está abierto y en función del despacho de Marivent, que tampoco tiene aún una fecha cerrada a día de hoy».
Habitualmente, la segunda recepción veraniega del Rey al presidente del Gobierno se produce el último o penúltimo día de estancia de los monarcas en Mallorca, con lo que de seguir dicha costumbre el citado encuentro se llevaría a cabo en el último fin de semana del presente mes, lo que podría propiciar que el viaje de Zapatero a Galicia se lleve a cabo el viernes 29, fecha manejada inicialmente desde Madrid junto a la del sábado 30.
Condicionamiento gallego
Por parte del presidente gallego se ha hecho mención ante la Moncloa a un único condicionante a la hora de fijar la fecha del desplazamiento de Zapatero a Galicia. Así, el jefe del Ejecutivo gallego ha marcado como ocupada la jornada del jueves 28, al estar reservada desde hace semanas para la celebración del primer Consello de la Xunta del nuevo curso político, reunión que concita una notable expectación ante la posibilidad de que Emilio Pérez Touriño pueda anunciar a su gabinete el adelanto de las elecciones autonómicas o siga dejando dicha incógnita en el aire.
La visita de Zapatero se producirá tras haber aceptado una invitación oficial de Touriño para comprobar sobre el terreno el estado de las obras del AVE y las principales dificultades que dicha infraestructura deberá salvar para cumplir con el compromiso del PSOE de conectar las ciudades gallegas con Madrid durante el 2012.