Familiares de víctimas de crímenes del franquismo presentarán el próximo miércoles en los tribunales federales una querella por genocidio.
12 abr 2010 . Actualizado a las 14:45 h.La más que probable inhabilitación del juez Baltasar Garzón ha desatado una reacción de solidaridad que va desde los artículos de sorpresa e incluso condena de periódicos de todo el mundo hasta una cadena de iniciativas judiciales que pueden llevar la causa de la memoria histórica a los tribunales argentinos de la mano de un gallego, Darío Rivas, cuyo padre, entonces alcalde de Castro de Rei, fue fusilado en octubre de 1936 por los levantados contra la legalidad.
Los familiares de las víctimas de crímenes del franquismo, a la vista de que su causa ha entrado en vía muerta en España, presentarán el próximo miércoles, día que se conmemora la proclamación de la II República, en los tribunales federales de Argentina (equivalentes a la Audiencia Nacional española) una querella por genocidio cometido por el régimen franquista entre 1936 y 1977. El fundamento de la querella será el fusilamiento del padre de Darío Rivas, que ya residía en Argentina cuando el alcalde de Castro de Rei, el socialista Severino Rivas, fue asesinado. Según el abogado que representa a familiares de los 113.000 desaparecidos registrados, Carlos Slepoy, «el objetivo es evitar que esos crímenes queden impunes».
Pero no será la única iniciativa judicial. Los familiares de los desaparecidos de Cataluña y Baleares presentarán el lunes una querella por prevaricación contra Luciano Varela, el juez que está a punto de sentar en el banquillo a Garzón. Los querellantes acusan al instructor de dejarlos «indefensos» al procesar a Garzón y de hacerlo como «una utilización política que ignora las leyes internacionales».
«Parodia de justicia»
Mientras, se siguen multiplicando las muestras de apoyo internacional a Garzón. Ayer, el diario The New York Times publicó un duro editorial en el que califica la causa de «parodia de justicia» y precisa que «los verdaderos crímenes en este caso son las desapariciones, no la investigación de Garzón». Y el instructor de la causa contra Pinochet en Chile, Juan Guzmán, dijo ayer que la Justicia española quedará «muy mal» si procesa a Garzón, quien, dijo, «está actuando con una dignidad extraordinaria».