El industrial lucense aseguró que la compra de la fábrica le permitiría introducirse en una nueva línea: postres lácteos
26 feb 2011 . Actualizado a las 10:43 h.El empresario Jesús Lence, propietario de Leite Río, mostró ayer su interés en comprar la planta de Clesa en Caldas de Reis. Según dijo, la adquisición de esta fábrica le permitiría al grupo lucense completar la cartera de productos con la incorporación de los postres lácteos, en los que está especializada la industria pontevedresa. Lence, dueño del principal grupo lácteo de capital gallego, apuntó que existía una dificultad añadida para iniciar las negociaciones, «saber quién puede vender la planta libre de cargas».
El propietario de Leite Río reconoció su interés en crecer hacia un segmento de mayor valor añadido que la leche líquida: los postres lácteos. Además de las características específicas de la planta, que dijo había comprobado en una visita cursada a Caldas, el empresario valoró el mercado que cubre actualmente Clesa, tanto con productos de su marca como de marca blanca o de distribución.
Jesús Lence admitió que no había valorado hasta el momento la posibilidad de construir una fábrica para la elaboración de este tipo de productos porque, según dijo, «antes tendríamos que buscar un hueco en el mercado y eso es complicado en estos momentos. Y con Clesa no nos haría falta.» «El problema -reiteró- es saber con quién se puede negociar tal y como están las cosas en estos momentos», en alusión a la situación de Nueva Rumasa.
El industrial lucense aseguró que le interesaba la fábrica de Caldas «tal como está». Recordó que cuenta con una planta de leche en polvo, una de mantequilla que permite elaborar el producto en pastillas o en bloques, algo de lo que no dispone el grupo Río en estos momentos; tiene además una máquina fina para envasar yogures, una línea de queso de barra y otra de queso manchego.
«Los productos en los que está especializada la planta de Clesa en Caldas no son competencia directa de los del resto de mi grupo». «Y -añadió- Galicia tiene necesidad de una fábrica que elabore postres lácteos que aportan un mayor valor añadido que la leche líquida».
El industrial lucense explicó que si se hiciera cargo de la planta la dedicaría a la fabricación de los postres lácteos que hasta ahora salían de la planta de Caldas, pero que sus firmas -Leyma entre ellas- también elaborarían marcas blancas para la distribución.
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El industrial lucense, propietario de tres plantas en Lugo y de una cuarta en A Coruña, en declaraciones realizadas en los últimos meses, siempre aseguró que no estaba interesado en disponer de más industrias en Galicia, dado que la capacidad de producción de las cuatro era suficiente.
Sin embargo, nunca descartó adquisiciones «si aparece algo interesante», y la planta de Rumasa, que está especializada en una gama de productos con la que no cuentan ahora sus empresas, parece haber despertado el interés del empresario para ampliar su negocio.