Galán reta a Florentino a «lanzar una opa en efectivo por el 100%» de Iberdrola si quiere controlarla

ECONOMÍA

La eléctrica invertirá 700 millones hasta el 2018 solo en sus centrales del Sil

25 mar 2010 . Actualizado a las 02:23 h.

Al presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, la paciencia le duró ayer solo una pregunta. A la segunda ocasión en la que un periodista lo interpeló por la posibilidad de que ACS, la constructora liderada por Florentino Pérez, desembarque en el consejo de administración de la eléctrica -de la que controla un 12%- el ejecutivo salmantino, que no mantiene las mejores relaciones con Pérez, entró a matar y lo retó abiertamente a «lanzar una opa por el 100% del capital, en efectivo» de la eléctrica si quiere tomar las riendas de la empresa.

Y es que, como viene pasando en los últimos años, la rueda de prensa previa a la junta de accionistas que Iberdrola celebrará este viernes en Bilbao, pivotó sobre las tensas relaciones entre ambos consejos. Lo advirtió el de la eléctrica este mismo martes: no tiene problemas en otorgar una silla en su órgano de gobierno a Residencial Monte Carmelo, una filial de ACS que controla un 6,67% del capital de la eléctrica. Eso sí, la alegría durará apenas minutos, los mismos que tardará la dirección en proponer a los accionistas que lo cesen. Para ello ya ha encargado informes jurídicos y económicos que demuestran que la constructora compite abiertamente con ella en el sector energético y en el mercado de las concesiones.

Y una vez que lanzó el guante, Galán solo retomó el tema Florentino para lanzar una nueva pulla contra el afán de las constructoras por controlar el sector energético. Cuando un periodista escocés le preguntó si no le preocupaba el endeudamiento excesivo de la compañía, que según él sextuplicaba su Ebitda, Galán le rebatió que el dato era incorrecto y que la relación entre ambas variables estaba en 3,7. «Las que tienen una ratio de 6 o 9 veces son las constructoras españolas», remachó.

18.000 millones en tres años

Antes de abordar el conflicto con ACS, Galán hizo repaso del plan estratégico de Iberdrola para el trienio 2010-2012, un período en el que prevé invertir 18.000 millones de euros. La mayor porción de esa tarta, un 39%, se la llevará el mercado norteamericano, donde entró el año pasado tras la adquisición de Energy East (hoy Iberdrola USA), y donde prevé expandirse con fuerza en los sectores eólico e hidroeléctrico. El presidente de Iberdrola, líder mundial en la energía del viento, reafirmó ayer su compromiso con las renovables que, junto a los negocios regulados, suponen ya un 65% de su beneficio, relegando a las energías tradicionales, que en el 2000 suponían un 99% de su negocio, al poco más de un tercio que representan ahora.

En esa expansión será también clave el futuro concurso eólico gallego, con 2.300 megavatios en juego. El presidente de Iberdrola aseguró ayer que aprovechará la reunión del consejo de administración que se celebrará en mayo en la comunidad «para ganar el jubileo» y visitar las obras de la empresa en la cuenca del Sil, donde ya está ampliando la central hidroeléctrica de Santo Estevo y este año hará lo propio con la de San Pedro. Estos proyectos, junto al de la futura central de Santa Cristina, supondrán una inversión de 700 millones de euros hasta el 2018 y la creación de 1.250 empleos, entre directos e indirectos (la compañía tiene 200 empleados en Galicia). A esto habría que sumar 1,3 millones por cada megavatio que se adjudique en el futuro concurso. Solo el año pasado, la empresa invirtió 41 millones en la comunidad.

Galán aseguró que esos datos apuntalan a Iberdrola «como el primer inversor en Galicia», un argumento que la eléctrica hará valer de cara al reparto de molinos, aunque el presidente de la compañía vasca apuntó que no harán ninguna previsión hasta ver las bases del concurso. Con todo, fuentes de la empresa señalaron que «en cualquier caso, [el resultado] no será peor que el del último», en el que no obtuvieron ninguno de los 1.200 megavatios solicitados.

Lo que descartó por el momento, es el desarrollo de la eólica marina en Galicia, porque además de la oposición política, las condiciones del litoral lo hacen inviable técnicamente.