La CE se compromete a respaldar a los agricultores para «reforzar su posición negociadora» frente a la industria

La Voz

ECONOMÍA

29 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La Comisión Europea se comprometió ayer a «reforzar la posición negociadora» de los agricultores frente a las grandes industrias y a las empresas de distribución para conseguir un mejor funcionamiento de los mecanismos de formación de precios de la cadena alimentaria. Según el Ejecutivo comunitario, ese sistema padece graves distorsiones que permiten que los agricultores reciban cada vez menos dinero por sus productos mientras se elevan los precios que los consumidores pagan por los alimentos en el supermercado.

Esa propuesta forma parte de un paquete de medidas con el que el Ejecutivo comunitario pretende «mejorar el funcionamiento de la cadena europea de abastecimiento alimentario», e incluiría la posibilidad de admitir la creación de organizaciones de productores, que hasta ahora contaban con un amplio rechazo en Bruselas porque chocaban demasiado con las rígidas normas europeas sobre competencia y libre mercado.

«Es sumamente importante que los agentes de la cadena de abastecimiento alimentario, los consumidores y los responsables políticos aumenten la transparencia de los precios en todas las etapas de la cadena de abastecimiento», aseguró ayer en Bruselas el comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Joaquín Almunia, en un comunicado conjunto con la comisaria de Agricultura.

Abusos

Entre sus propuestas también figuran la mejora las relaciones de todos los eslabones de la cadena alimentaria; el refuerzo de la lucha contra las prácticas desleales y anticompetitivas, y en especial los abusos de posición de las industrias, y la mejora de los instrumentos del observatorio europeo de precios de los alimentos.

Bruselas también se compromete a mejorar la supervisión del mercado de productos derivados de las materias primas agrarias «con el fin de contener tanto su volatilidad como la especulación»; a fomentar la integración del mercado interior de alimentos, y a revisar las normas medioambientales y de etiquetado que pueden obstaculizar el comercio transfronterizo.