Citroën destituye a su presidente

ECONOMÍA

Explica que el relevo de Christian Streiff fue una decisión unánime provocada por las dificultades del sector

31 mar 2009 . Actualizado a las 20:46 h.

El rumor que desde hace dos meses recorría las fábricas francesas de PSA Peugeot Citroën se confirmó y Christian Streiff, el hasta ahora presidente de la multinacional gala, es ya historia en el grupo. El consejo de vigilancia de PSA Peugeot Citroën anunció ayer en un escueto comunicado su destitución y la designación de Philippe Varin, ex dirigente del grupo siderúrgico Corus, para sustituirlo a partir del 1 de junio. Hasta esa fecha y a partir del próximo 15 de abril, el responsable de centros de producción de PSA y miembro de la junta ejecutiva, Roland Vardanega, ejercerá como presidente interino.

«El consejo de vigilancia por unanimidad ha considerado que las dificultades excepcionales a las que se enfrenta la industria del automóvil requiere un cambio de gestión a la cabeza del grupo», explica Thierry Peugeot, presidente del consejo, en la citada nota. «Estoy convencido de que bajo la dirección de Philippe Varin, el grupo PSA, con todo su equipo, podrá recuperar todo su potencial», concluye.

La cúpula de la multinacional francesa llevaba tiempo tramitando un relevo para Streiff. El pasado febrero, el diario económico La Tribune lo situaba ya con un pie fuera de la avenida de la parisina Gran Armé, sede central de la compañía. El rotativo se hacía eco de las controversias existentes entre el ya ex presidente y la familia Peugeot (que posee el 44,87% de los derechos de voto del grupo).

El diario recogía declaraciones de un alto cargo de Peugeot que cuestionaba la visión estratégica de Streiff «desde su problema de salud el pasado mayo y el comienzo de la crisis». Su posición reacia a las fusiones podría haber sido el desencadenante del desencuentro, en un momento en que los rumores de alianza con las firmas Fiat y BMW están cada vez más presentes.

El anuncio del relevo se produce algo más de un mes después de que el grupo presentara unas pérdidas en el 2008 de 343 millones de euros y anunciara una nueva remesa de bajas voluntarias en todas las fábricas europeas del grupo que afectarán a más 11.000 asalariados a lo largo del 2009. A pesar de estas cifras, el fabricante llegó a garantizar que no habría despidos ni se cerrarían plantas en Francia, las más afectadas por la caída de producción en este año.

207.850 empleados en el 2007

La plantilla del grupo ascendía en el 2007 a 207.850 personas en todo el mundo. PSA ya había anunciado el pasado diciembre un plan de salidas voluntarias para 3.550 empleados mientras que el fabricante de componentes Faurecia, del que es accionista PSA, había hecho lo propio con un plan que afecta a 1.215 trabajadores en Francia entre los años 2009 y 2011.

En medio de una situación de caída generalizada de las ventas en todos los segmentos, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, arrojó un balón de oxígeno al anunciar en enero un plan de apoyo al sector del automóvil galo que incluía ayudas directas del Estado por valor de 6.500 millones de euros, de los que 3.000 irán a parar al grupo PSA.