Del mercado de tulipanes del siglo XVI al inmobiliario

La Voz

ECONOMÍA

20 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La subasta a la inversa no es un sistema nuevo, ya que comenzaron a utilizarlo los comerciantes holandeses de los siglos XVI y XVII, como sistema para establecer el precio de los tulipanes tras la caída drástica de su mercado. Funciona según las siguientes claves:

Precio menguante. Los inmuebles salen a la venta por un precio determinado, que se reduce progresivamente hasta encontrar un comprador dispuesto a pujar por el mismo. La primera persona que puje se convierte en adjudicataria de la vivienda al precio reducido alcanzado.

Sin trampa. La novedad de este tipo de transacciones genera desconfianza sobre la «limpieza» del proceso, algo que Zanoletty descarta explicando que «hay gente que piensa que tratamos de mantener los precios más altos de lo que son, para que el promotor no pierda. Pero no, ya que el que compra lo hace en el precio por el que quiere pujar. Es el mercado: concurrencia de oferta y demanda, generar dinámica de transacción».

Salón «low cost». Paralelamente a la subasta, Tulipp organiza un salón inmobiliario low cost o de bajo coste, donde los promotores pueden negociar con los potenciales compradores la venta de otras viviendas nuevas al margen de las que salen a puja.

Descuentos. Los inmuebles que se subastan pueden adquirirse con reducciones sobre su precio de salida de entre un 10 y un 30%.