La torcida endereza al Hajduk

DEPORTES

El rival del Dépor en la previa de la UEFA no encaja un gol en Split desde 1997 y sólo ha perdido tres partidos como local en la última década en competición europea

11 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

En 1911, tres estudiantes croatas fundaron en una cervecería de Praga el Hajduk Split, maravillados por un duelo entre el Slavia y el Sparta. Poco podían imaginar que cuarenta años después, otro grupo bautizado como Torcida (en honor a los hinchas brasileños) se convirtiese en el brazo armado del equipo que jugará el jueves contra el Deportivo en Riazor a las nueve de la noche por una plaza en la Copa de la UEFA. Era el primer grupo ultra de Europa y ya es uno de los más violentos. Pero, sobre todo, es la clave de los éxitos de este grande de Croacia venido a menos.

Hay quien dice que si Riazor no decide, el Gradski Stadium sentenciará. Son los que recuerdan cada uno de los episodios violentos de la Torcida y los vinculan a las demoledoras estadísticas del Hajduk en Split en competición europea. En la última década, este habitual de los torneos continentales, sólo hincó la rodilla ante el Ajax de Ámsterdam, el Schalke 04 alemán y el Steaua de Bucarest. El Malmoe sueco fue el último que celebró un gol en el también llamado campo Poljudu. Era 1997. En su estadio, con pistas de atletismo, cabe tanta gente como en Riazor; y Split (también ciudad porteña) tiene la misma población que A Coruña.

El Hajduk intenta resucitar tras la crisis que lo azota desde que ganó su última Liga hace tres años y que lo envió a la zona media de la tabla. Una situación institucional agitada (el pasado año tuvo cuatro entrenadores, entre ellos Kresic y Jarni) le obliga a confiar en la cantera.

Los veteranos Skoko (centrocampista) y Boksic (ariete) aleccionan al portero Subasic, el mediocentro Ibricic, el zurdo Buljat y el atacante Jertec. Pero en esta plantilla con ocho futbolistas del filial nadie es comparable al delantero centro Nikola Kalinic. Jugó la Eurocopa con veinte años tras marcar dieciocho goles en veintiocho partidos en su estreno en el primer equipo. Se mueve con soltura, a pesar de sus 190 centímetros de estatura; y tiene un cañón en su pierna derecha. Es letal en el mano a mano con el portero.

El ex barcelonista Vucevic manda desde julio, apuesta por el fútbol de toque y se estrenó así: «Me espera un banquillo ardiente». El ex mallorquinista Vulic (técnico en la 2006-2007) señaló otro punto caliente: «Nuestra afición es un delantero goleador».