Los dos agredidos por los balinazos piden más seguridad en Ponteceso

La Voz

CARBALLO

20 mar 2010 . Actualizado a las 02:47 h.

Los dos heridos el pasado fin de semana por sendos balinazos en la zona de marcha de Ponteceso reclaman más seguridad en la localidad durante las horas de movida. Ambos seguirán acudiendo a los locales en los que son habituales, pero esperan hacerlo con garantías.

«Non é normal que ocorran cousas aí. ¡Isto non é Estados Unidos! Os pubs xa levan tempo dicindo que queren poñer máis vixilancia», se queja el joven de Zas que se llevó la peor parte, ya que el balín se le introdujo junto al pómulo y bajo el ojo, en la denominada zona malar. «Ata o oso, aí parou», explica. Así que tuvo suerte (dentro de la mala) porque unos milímetros de diferencia hacia un lado u otro habrían acabado en su globo ocular o en la frente.

Intervención

Este joven veinteañero, que reclama permanecer en el anonimato, ha sido dado de alta en el hospital Modelo de A Coruña en el que fue intervenido quirúrgicamente para extraerle el balín. Allí estuvo dos días y medio. Los médicos le dicen que se recupera bien, aunque con el temor a que la infección le pueda pasar a otras zonas de la cara. De momento, la herida está cubierta con un esparadrapo. Conserva la radiografía previa, en la que se aprecia la zona del impacto, y también el propio balín, del tipo copa (puntiagudos), pero aplastado. Se lo ha quedado como una especie de recuerdo de un incidente que desea que se resuelva cuanto antes. La Guardia Civil sigue en ello, y las sospechas que apuntaban a un grupo de menores de una zona marginal de Carballo se han convertido en certezas, pero de momento no ha trascendido que se haya realizado ninguna detención.

«Nunca me pasara algo así. hai un sitio só no que ás veces hai pelexas, e logo saen para fóra, pero nada máis, isto non é normal». Cree que quien lo hizo «disparou ao bulto», con una pistola de gas comprimido, «polo ruido», aunque al principio confundió el golpe con una botella. Pero los cristales no aparecían. «Tuvo que ser ao meu lado, non máis lonxe de 1,5 ou dous metros, e dende arriba. Pese a que estaba herido, él y sus amigos permanecieron en el lugar unos 20 minutos a ver si encontraban a los autores, «pero nada». No hubo pistas, solo algún comentario de un grupito de cinco que habían escapado.

Por su parte, la otra herida, la joven de Leiloio a la que el balín le abrió dos brechas en la cabeza, volverá a salir esta noche en Ponteceso. «Sen medo. O meu foi un caso puntual. Xente deste tipo hai en todos os sitios, espero que os collan, por seguridade para todos. Pero a min Ponteceso gústame para saír de marcha, así que non me vai a influír isto», apunta.