Las borracheras dejan resaca en el carné de conducir

CARBALLO

Durante este año, la Policía Local de Carballo ha detectado 65 alcoholemias. La más alta alcanzó ayer 1,16 miligramos

27 nov 2009 . Actualizado a las 10:33 h.

Trasnochar y beber son dos verbos que han ido siempre de la mano. Sin embargo, desde algunos años la sociedad no acepta de buen grado estas prácticas, sobre todo si hay que guiar un coche. El distanciamiento viene motivado por el endurecimiento de las penas a los conductores que circulen con altas tasas de alcohol en sangre. Según recoge el Código Penal, los excesos pueden suponer una condena de tres a seis meses de prisión o una multa de seis a doce meses y, en su caso, trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. En cualquier caso suponen también la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.

Pero el miedo ya no está tanto en ir a la cárcel como en la posibilidad de pérdida de puntos, que de forma reiterativa supondrá, a la larga, la retirada del carne de conducir.

Desde hace unos años, la Dirección General de Tráfico ha intensificado sus mensajes con el fin de concienciar a los conductores sobre el peligro de ponerse al volante si han bebido.

Son famosos los anuncios de: Si bebes no conduzcas, o Esto te puede pasar a ti, pero parece que este tipo de campañas no han conseguido llegar a la totalidad de la población.

Sin ir más lejos, el conductor de un Citroën C-4 fue interceptado ayer dando bandazos por la carretera comarcal AC-552 en sentido Carballo la pasada madrugada. Una llamada alertó a los agentes de la Policía Local de que el turismo cambiaba sucesivamente el sentido de la marcha, conducía bien hacia A Coruña o Carballo aleatoriamente. Finalmente, una patrulla lo detuvo a las cinco y diez de la mañana en la avenida de Bértoa, circulando en zigzag y con síntomas claros de estar bajo los efectos del alcohol. Minutos después la sospecha se confirmaba. El conductor, M. M. N., de 53 años, daba positivo en la prueba, llegando a 1,13 miligramos (el límite está 0,25 mg) en un primer control y 1,16 en el segundo, más del cuádruple de lo permitido.

Quintuplicó la tasa permitida

Hace un poco más de un mes, la Policía Local interceptó a un motorista que pilotaba un vehículo ilegal y con una tasa de alcohol superior a la permitida. En este caso, este vecino de Carballo triplicó el máximo permitido, alcanzando los 0,77 miligramos. Otro de los casos que podrían encabezar el ránking de las tasas más altas de la comarca lo protagonizó un vecino de Muxía el pasado mes de junio. El infractor, de 65 años, quintuplicó la tasa permitida.