Europa cierra fronteras al pescado de Islandia y las Feroe por capturar la caballa que quieren
ECONOMÍA
Hace ya años que Islandia y las islas Feroe están pescando la caballa que quieren, la que sus respectivos Gobiernos dicen que necesitan para que su flota sea viable. Ni que decir tiene que la que sus barcos precisan es más de la que los científicos dicen que se puede capturar. Así, año tras año rompen las negociaciones con la Unión Europea y Noruega, con las que comparten caladero, y se autoasignan la cuota que consideran adecuada en términos económicos exclusivamente, sin tener en cuenta el estado del stock.
Recortar posibilidades
Mientras, la UE y, por ende, sus administrados, en los que entra la flota gallega, se quedaban con la tarea de asegurar la sostenibilidad; es decir, recortar sus posibilidades de pesca y devolver muerta al mar la caballa en cuanto se acaba el cupo. Y por si eso no fuese ya suficiente agravio, tenían que competir con el pescado importado de esos países, en ocasiones en ventajosas condiciones comerciales. No es la primera vez que cerqueros, arrastreros y barcos de artes menores gallegos denuncian ese contrasentido y piden sanciones comerciales contra esos países.
Medidas como las que ayer apoyaron los Veintisiete, que aprobaron el reglamento de la Comisión que prohíbe importar pescado de aquellos Estados que no practican una pesca sostenible en los caladeros donde opera la flota comunitaria.
Según Damanaki, las normas entrarán en vigor el mes que viene y lo que pide Cañete a la Comisión «es que ponga en marcha este mecanismo, como lo ha puesto Noruega, para que Islandia y las islas Feroe cumplan también las recomendaciones de los científicos y que haya un reparto de cuota equitativo». Además, según dijo la comisaria, de seguir así el stock de caballa podría entrar en colapso el año que viene o el siguiente.