La empresa constructora Inmo Xerión S.??L. presentó en las últimas horas en el consistorio de Viveiro el plan de emergencia que le había sido solicitado por el Ayuntamiento tras ordenar la paralización de la obra del edificio de O Celeiriño y de recordar que los trabajos no se reanudarían hasta que la firma presentara un aval económico. El Concello ya remitió el plan a los técnicos que le han sido designados por la Xunta y hoy será estudiado por los técnicos municipales. El informe presentado analiza con detalle todas y cada una de las incidencias registradas en los últimos meses, los daños producidos, las medidas cautelares adoptadas e incluye un plan de intervención en el que se aconsejan ciertas actuaciones urgentes.
En este apartado del informe se indica que «por parte de todos los agentes implicados en la obra se dio parte a las compañías aseguradoras, como bien conoce el Ayuntamiento después de la reunión mantenida el día 6 de octubre en la casa consistorial». Haciendo esta precisión, la representación técnica de la empresa considera urgente proceder a demoler en el frente de la calle Atalaia la cubierta y hasta la planta primera y vuelos de la vivienda número 22; la cubierta y la planta primera del número 24; la cubierta existente y hasta la planta primera y voladizos de los edificios números 26 y 28; la cubierta existente y hasta la planta primera y voladizos del edificio número 30, y la cubierta existente y hasta la primera planta y voladizos del edificio número 32.
Enfrente del solar
Las viviendas citadas son las que actualmente están apuntaladas y están separadas por la calle Atalaia del solar donde se iniciaron las obras de construcción de un edificio de 37 viviendas, locales y garajes. Las actuaciones contempladas dentro del plan de intervención deben realizarse, según la empresa, «en orden a evitar que estas fachadas puedan caer sobre la obra y romper las vigas que arriostran los muros pantallas».
Las mismas fuentes revelan la importancia de que la ejecución de estas actuaciones se debería iniciar de forma inmediata «comenzando por la casa número 22 porque el peligro de desprendimiento en la actualidad es muy alto». El plan de actuación de la empresa explica que realizada la demolición del número 22 «se procedería inmediatamente a la ejecución de la cimentación del edificio en las dos primeras líneas paralelas a la calle Amargura, con objeto de subir pilares y en el plazo de dos semanas tener dos láminas horizontales (dos niveles) de forjado que estabilicen el muro pantalla en la parte de solar delimitado por la calle Atalaia, Amargura y do Porto».
Desmontar otras edificaciones
El plan de intervención de la empresa aconseja que mientras se ejecutan los trabajos en la obra se debe proceder a desmontar el resto de las edificaciones «pues así no volarían los materiales de la demolición sobre la zona en la que se ejecuta la obra».
Los técnicos consideran que demolidas las viviendas y con un 35% de la obra con dos forjados horizontales «se procedería a ejecutar la cimentación restante y los forjados que faltan hasta llegar al nivel de la planta baja. En este momento se retirarían las vigas de arriostramiento situadas en el nivel inferior». Continúan indicando que «el forjado de planta baja debería subirse todo solidario porque es el que nos permitirá consolidar la calle Atalaia. Una vez concluido se retirarían las vigas de arriostramiento y los anclajes del muro anclado con objeto de quitarle tensión a los bulbos».