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Un hombre consulta su teléfono móvil mientras arden las fachas en lo alto del castro de CasteloCARLOS CORTÉS
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Un grupo de música tradicional amenizó la espera tras la cena hasta que a las once y media llegó el momento de subir al castro a ver arder las fachasCARLOS CORTÉS
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Las antorchas de Castelo están hechas con ramas de agucios colocadas alrededor de un tronco fino, pero firmeCARLOS CORTÉS
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Cerca de 150 personas llenaron la carpa instalada para la cena previa a la Queima das Fachas en CasteloCARLOS CORTÉS
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Esta vez, los vecinos de Castelo consiguieron hacer fachas suficientes como para rodear el castro por completoCARLOS CORTÉS
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Los asistentes a la cena esperaron a que diesen las once y media para subir al castro y ver arder las fachasCARLOS CORTÉS
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Un fotógrafo junto a las fachas en llamas, la noche de este 7 de septiembre en Castelo (Taboada)CARLOS CORTÉS
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Tras la cena y la quema todavía continuó la fiesta en Castelo con una verbenaCARLOS CORTÉS
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Los comensales esperaron tras la cena a que llegase el momento de subir al castroCARLOS CORTÉS
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Dos vecinos de Castelo, con una de las pértigas utilizadas para prender fuego a las fachas una a una CARLOS CORTÉS
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CARLOS CORTÉS
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Este año ardieron veintiseis fachas en lo alto del castro de CasteloCARLOS CORTÉS
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Fue tanta gente a Castelo la noche de la Queima das Fachas que unas 140 personas no pudieron quedarse a cenar porque no había sitio en la carpaCARLOS CORTÉS
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Decenas de personas subieron al castro desde el campo de la fiesta para presenciar la quema de las fachasCARLOS CORTÉS
