Una representación de los trabajadores del naval en paro se encerraron ayer en las enfermerías del astillero Hijos de J. Barreras para reivindicar empleo y denunciar contrataciones fuera del convenio de personal extranjero.
Francisco Rodríguez, portavoz de la asamblea de parados del naval, explicó que quince trabajadores decidieron encerrarse «una vez agotadas todas las vías», ya que «tanto Inspección de Trabajo como la Xunta pasaron de nosotros», y advirtió de que seguirán encerrados «hasta que alguien venga a hablar con nosotros». Además, Rodríguez recalcó que en el colectivo de desempleados en el sector del naval «no tenemos inconveniente en que se contrate a gente de fuera, siempre y cuando no se salten el convenio de Pontevedra, ya que con uno de nosotros pagan a dos o tres extranjeros», dijo.
El portavoz cifró en unos 700 los trabajadores del naval afectados en los astilleros de Vigo, entre los que hay caldereros, tuberos, electricistas y soldadores, entre otras profesiones.
Vulcano y Cardama
El teniente de alcalde, Santi Domínguez, se reunió con los afectados para ponerle al corriente de lo que consideran incumplimiento de un convenio que establece «o compromiso da creación dunha bolsa de emprego para recolocar aos traballadores no momento no que se incrementara a carga de traballo, contando preferentemente cos empregados vinculados durante máis dun ano á empresa», apuntó el nacionalista. El representante de los trabajadores Arturo Mouco explicó que «mentres despiden aos traballadores traen man de obra barata nunhas condicións laborais que rozan a escravitude». Mouco aseguró que la continuidad del encierro depende de que la dirección de Barreras les reciba y que de no ser así, la situación se agravaría e indicó que es posible que Vulcano y Cardama «también se sumen para salir a la calle».