Bañistas de O Morrazo denuncian una plaga de avispas en la zona

CANGAS

Los veraneantes y vecinos sufren la molesta presencia y las picaduras de los insectos

16 jul 2009 . Actualizado a las 11:07 h.

Verano, calor... y muchas avispas. Los vecinos de O Morrazo se quejan estos días de que unas invitadas incómodas se están dejando notar este año más de lo habitual.

«Llevamos días comentando la cantidad de avispas hay en la zona este verano y lo raro que nos parecía», explican María y Guillermo, que llevan 10 años veraneando en Cangas con sus hijas y no recuerdan nada similar. «Al principio lo achacábamos a los árboles frutales que tenemos en la finca, pero aquí en la playa también hay muchísimas», relataban. Aunque tienen amigos que sí han sufrido ya las molestas picaduras de estos insectos, tanto ellos como sus hijas se han librado por el momento. «El otro día me encontré alrededor de 15 encima de mi coche, pero por suerte no parecen demasiado agresivas», aclara María.

Sin embargo, el equipo de socorristas de la playa de Nerga reconoce un aumento en la cifra de afectados por las picaduras. «Está habiendo muchos casos y alguna gente comenta que el número de avispas es mucho más exagerado que en años anteriores», admite Sara, socorrista. «Aunque por aquí siempre ha habido bastantes», matiza otro compañero suyo.

Sin poder comparar con otros veranos, a la familia Sánchez Cuadrado, de Madrid, sí le ha sorprendido la cantidad de avispas que hay en su lugar de vacaciones. Y es que, a los pocos días de llegar, «a mí me picó una en el brazo», decía una de las hijas mostrando la prueba, todavía visible.

«Es la comidilla, aquí todo el mundo habla de que esto no es normal», confirma Ramón Otero, que también ha podido comprobar la existencia de esta posible plaga. «El otro día sufrimos un ataque en toda regla en un sendero que conocemos de sobra y que nunca nos había llamado la atención porque hubiese este tipo de insectos», afirma Otero. «A un amigo de mi hijo le picaron seis, y a él una porque salió corriendo. Ahora los niños están algo asustados, escapan en cuanto las ven», cuenta.