Gestos de lo más cotidiano como encender la luz, calentar la casa o llenar el depósito se han convertido en una tortura para las familias. La factura eléctrica es un 40 % más cara que hace un año y los carburantes, entre un 24 % y un 27 %
Una solución similar a la de la antigua sede de Fenosa es difícil de aplicar, ni se dieron los pasos para un acuerdo entre los vecinos y la denunciante