El ajuste del sector de la vivienda atrae inversiones para el alquiler

SANTIAGO

La mayor oferta de vivienda libre nueva se centra en Santa Marta y la usada solo sale al mercado por necesidad

07 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El actual es un excelente momento para comprar, pero bastante malo para vender, por lo que conseguir unir estos dos intereses se está convirtiendo en misión casi imposible para los agentes inmobiliarios de la ciudad. La oferta actual de vivienda libre y nueva en Compostela es más bien escasa y se centra casi en exclusiva en el triángulo entre Castro de Abaixo, Santa Marta y Choupana, además de en algunas pequeñas promociones en otros puntos de la ciudad como San Lázaro, Conxo o Salgueiriños. Las ventas de estas viviendas son lentas, especialmente en la zona norte, y sus precios prácticamente no se han movido, por lo que algunos intermediarios consideran que tendrán que bajar algo.

Muchos de los compradores de la oferta residencial del nuevo Ensanche compostelano no tienen la menor intención de ocupar sus inmuebles y solo les mueve un interés, el inversor. Según fuentes de agentes inmobiliarios, ni siquiera se plantean sacar las viviendas después al mercado del alquiler. Un agente comentaba que, posiblemente, zonas como Santa Marta tardarán más tiempo que la avenida de Ferrol en ser habitadas.

En una agencia del Ensanche observan que cuando se publican noticias en prensa acerca de riesgo en entidades bancarias aparecen personas interesadas en invertir en pisos. Pero estos inversores se están aprovechando de la bajada de los precios de las viviendas, sobre todo, de las de segunda mano. El Ensanche, pese a la antigüedad de los pisos, sigue siendo un lugar seguro para invertir. En algunos casos, se están registrando bajadas de entre el 10% y el 15%. Eso sí, todas las fuentes consultadas aseguran que las bajadas solo se producen cuando hay necesidad de vender.

En la ciudad, está urgencia por la venta está vinculada a las dificultades para hacer frente a una hipoteca, pero también a la opción de desprenderse de un piso viejo para comprar otro nuevo. También hay algunos casos de herencias recientes cuyos herederos prefieren bajar el precio para sacarse el piso de encima.

Por lo general, cualquier punto de la ciudad es un valor seguro para los inversores. Así, zonas aparentemente poco atractivas como Vista Alegre o Vite se convierten en un plato apetitoso para los inversores que piensan en alquilar los pisos a estudiantes del campus norte.

Si la oferta de vivienda libre en Santiago no es muy alta, en cambio, la de promociones protegidas es más elevada. Dentro de este grupo, aún es posible adquirir pisos o casas adosadas en las gestoras que llevan las cooperativas de los suelos de Castiñeiriño, A Muíña y A Pulleira, y en las que se podrán comprar pisos de protección autonómica o de precio tasado. Esto sí, en todos estos casos los compradores tienen que cumplir unos requisitos muy estrictos, entre los que destacan no tener otras viviendas y no superar unos determinados ingresos económicos, dependiendo del nivel de protección del inmueble.

Retorno

Otro fenómeno que está empezando a surgir en la ciudad es el del retorno de compostelanos que se fueron a vivir fuera, a municipios del entorno, hace unos años, por los precios de las propiedades inmobiliarias en Compostela. Ahora se plantean de nuevo la vida en la capital. Pero en este caso, en ocasiones se ven obligados a pagar un peaje, la renuncia al garaje e incluso al ascensor, aunque algunos podrán prescindir así también de la obligatoriedad de disponer de dos vehículo para atender a sus necesidades de desplazamientos diarios.

Los retornados que consiguen vender su piso en las afueras y que ofrecen garantías al banco se hipotecan para comprar vivienda nueva, pero el resto (para algunas fuentes, la mayoría) se conforman con pisos más pequeños y con menos servicios de los que tenían. En este grupo, muchos conservan su propiedad fuera. Entre los retornados hay también muchos nuevos inquilinos de pisos nuevos en la capital.