El banco de tumores de Santiago ya es de los más grandes de España

SANTIAGO

Aportan información genética de los pacientes, que se utiliza para la investigación de nuevos tratamientos

26 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El biobanco del servicio de Anatomía Patológica del Hospital Clínico guarda 7.000 muestras de tumores, obtenidas de pacientes que han sido diagnosticados de cáncer los últimos años, y que se conservan congeladas a 80 grados. Se trata de restos de tejidos y de otros elementos, como ADN o de células de la sangre, que se utilizan para la investigación de nuevos tratamientos. Además, guarda información clínica complementaria, que puede servir para beneficiar al propio paciente en caso de que aparezca una terapia novedosa que pueda ser eficaz para su problema.

De este biobanco, uno de los mayores de España, se habló ayer, con motivo de la vista al hospital de Enrique de Álava Casado, patólogo del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, quien resaltó el desarrollo de estas instalaciones en España a raíz de la Ley de Biomedicina aprobada hace un año y que «va a obligar a mejorar la gestión de los biobancos, y exigirá más transparencia, mejores bases de datos, comités externos que ayuden a decidir, y más infraestructura y recursos en general», según manifestó.

Este biobanco de Santiago empezó a organizarse en 1993, en el Hospital General de Galicia. Pero se potenció sobre todo a partir del 2001, y se oficializó en el 2003, explica Jerónimo Forteza, jefe de Anatomía Patológica del hospital. Entre los tumores a que presta más atención están los linfomas.

Consentimiento del enfermo

Enrique de Álava definió los biobancos de tumores como «una herramienta logística que nos ayudará a mejorar y a conseguir tratamientos personalizados para diferentes tumores, al aportar su perfil molecular y su información genética. Es un material garantizado, bueno, de calidad. De hecho en varios lugares de Europa están pendientes de cómo evoluciona el desarrollo de biobancos en España para intentar aplicar también la experiencia. Porque los biobancos no son útiles solo para investigación, sino que revierten de muchas maneras dentro del hospital. Tener un buen biobanco ayuda a a una labor asistencial de más calidad». Según este especialista «en el futuro incluso es posible que el paciente tenga derecho a que su muestra esté guardada en un biobanco».

Esas muestras se obtienen de las biopsias y de las analíticas que se realizan al paciente para obtener su diagnóstico. Para almacenarlas se requiere consentimiento del enfermo «pero la experiencia es muy buena, pues no suele suponer ninguna molestia ni daño a mayores, por lo que lo entienden bien y ceden. Solo algunas veces es necesario realizar la prueba a propósito. Además, los pacientes en todo momento tendrán derecho a saber lo que ocurre con su muestra, y se garantiza la ética y la confidencialidad del proceso».

En el biobanco del Clínico, todas las muestras se identifican con un código de barras, y un lector permite localizarlas «en 2 o 3 minutos como mucho», explica Jerónimo Forteza.

En la visita que realizó recientemente al Hospital Clínico, el presidente de la Xunta confirmó la creación de una red gallega de biobancos. Además de la utilidad para los propios pacientes, aportan también información valiosa para otros usuarios.