Sergio Gasco, cuatro veces campeón de España en rescate de accidentes: «Llevar al perro en el coche atado con la correa de la persiana es suficiente para que no te multen»

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marcos miguez

Señala que, por desgracia, la gran mayoría de la gente no lleva a sus mascotas de forma adecuada en el coche. Y advierte de que los arneses, incluso los testados en pruebas de impacto, no son seguros del todo porque no retienen la cabeza

03 oct 2021 . Actualizado a las 23:41 h.

Sergio Gasco (Valencia, 1977) es bombero e instructor especializado en asistir a las víctimas de siniestros de tráfico. Su equipo cuenta con varios premios de excarcelación y ha sido cuatro veces campeón de España en rescate de accidentes. Además, en el 2018, la Organización Mundial de Rescate les otorgó el premio de mejor equipo técnico del mundo. Gracias a su experiencia, este valenciano acaba de patentar el primer sistema de retención para que perros y gatos puedan viajar seguros. A día de hoy, los que hay en el mercado no lo son suficientemente.

—Se acercan las vacaciones, y especialmente este año habrá muchos viajes por carretera. Sin embargo, no está regulado cómo debemos llevar a las mascotas en el coche, ¿no?

—Exactamente. Solo existe una normativa en España, que es el Reglamento General de Circulación, en el artículo 18.1 dice que estás obligado a mantener a la mascota de forma que no interfiera con el conductor. Pero no hay nada establecido a la hora de cómo llevarla. Por otra parte, está la DGT, que da una serie de recomendaciones que no son de obligatorio cumplimiento, y además de ser muy básicas, están desactualizadas. Si no están obligando a los niños a llevarlos a contramarcha hasta los 4 años, como es recomendable, ¿cómo van a obligar a los animales a ir de una forma o de otra?

 —Si te para la Guardia Civil y el animal va suelto, ¿no podría multarte?

—Sí, porque estás incumpliendo el artículo 18.1 de Reglamento de Circulación, pero si llevas a ese perro atado con una correa de persiana es suficiente para que no te multen.

—Sin embargo, llevar a un perro suelto o sin el sistema de retención adecuada es un peligro para él y para el resto de ocupantes.

—Sí, pero tanto mascotas como maletas, niños o adultos... Cualquier objeto suelto o que no lleve un dispositivo que lo retenga eficazmente. Un ejemplo, un coche que circule a 50-60 km por hora si se golpea con otro coche de frente y lleva a un perro de 30 kilos, este puede llegar a ejercer una fuerza hacia delante de una tonelada fácilmente. Si ese dispositivo no está preparado para aguantar esos mil kilos, se rompe y sale proyectado hacia delante.

 —Si lo llevas con la correa de la persiana no te multan, pero no es un dispositivo adecuado, podría poner en riesgo al resto de los ocupantes... ¿No se exige un mínimo de seguridad?

—Esa es la realidad, como no hay una normativa que regule esto, se vende cualquier tipo de dispositivo, sea seguro o no. Requisito básico: que no pueda molestar al conductor. Seguridad: no se exige nada. Esto se tiene que cambiar, y estamos haciendo fuerza para que hagan una normativa específica, igual que la hay para los sistemas de retención infantil. La seguridad evoluciona. Yo cuando era pequeño iba en el asiento de atrás sin cinturón, doy por hecho que dentro de 10 años no podrás llevar al perro como a ti te plazca.

—Tú llevas un tiempo trabajando en un sistema adecuado para perros, el primero patentado en España.

—Sé que en otros países hay, pero en España no conozco ninguna patente ni nada que se le parezca.

 —¿Está basado en las sillas infantiles?

—Me basé en los sistemas de retención infantil a contramarcha. El problema es que un perro no tiene la misma anatomía que un niño: no puede ir sentado, entonces literalmente a contramarcha no se le puede colocar, pero sí que se puede hacer que la forma de retención sea de todo el cuerpo, todo a la vez. El problema de los arneses es que retienen el pecho del perro, pero el resto del cuerpo sigue avanzando hacia delante, y que las patas sigan avanzando hacia delante no es un problema, pero que el resto de la espalda y la cabeza sigan con la misma fuerza sí, porque se producen lesiones medulares. Hay perros que se quedan paralíticos, otros se mueren... Eso, si el arnés aguanta, si no sale despedido.

—El arnés no es suficiente.

—No, por eso empecé con este proyecto. Si pensara que es lo más seguro, no me habría metido en esto.

—Ahora mismo con la legislación vigente, ¿no es seguro llevar a un perro en el coche?

—El problema es que al no existir una normativa clara, hay mucha desinformación. Porque aunque no haya leyes al respecto, si la gente se informara podría hacer las cosas bien, pero es que ni siquiera esto se puede, porque cualquiera tiene acceso a un canal de YouTube, cualquiera puede hacerse una página web, un tutorial... y divulgar recomendaciones erróneas.

 —Aunque te asesores en el lugar correcto, tampoco hasta ahora había nada seguro al 100% en el mercado.

—No. Están las jaulas metálicas o los típicos transportines de plástico, que no dejan de ser cajas para no ensuciar el coche, el plástico no tiene resistencia para aguantar 500 kilos. No están preparados para lo que deberían ser. Para darle un mínimo de seguridad hay que cumplir una serie de condiciones a la hora de instalarlos: aprovechar partes del coche que sean resistentes, por ejemplo, en el maletero apoyado en los respaldos traseros, detrás de los asientos delanteros... Además, hay que poner cinchas de amarre para que no salga volando. Pero en los asientos traseros con el transportín no podría ir, porque no tiene nada delante que lo pare... y aun así, el nivel de seguridad sería muy básico.

—¿Cómo es el que has diseñado tú?

—El único lugar donde se puede colocar es en los asientos traseros, donde van las personas. Se asegura mediante los mismos anclajes que los sistemas de retención infantil y a los cinturones del coche... Son anclajes homologados que nos están dando una garantía de que van a resistir. Además, reúne las tres condiciones que deben cumplir los sistemas de retención: sujeta todo el cuerpo sin dañarlo, porque el material es una malla textil que absorbe energía; está hecho por una estructura que es deformable, por lo que en caso de ser sometido a una fuerza se deforma; y por último, la energía se desvía a lugares del cuerpo que pueden soportarlo. Un ejemplo, si la banda del cinturón te las pasas por el cuello en vez de por el pecho, esa energía iría al cuello, y no está preparado. ¿Qué pasa con los arneses? Que esa energía va toda al pecho, pero no retienen la cabeza. En mi dispositivo, la energía se reparte por todo el cuerpo, no queda ninguna parte de él que no sea retenida, y esa es la ventaja.

 —¿Podemos llevar la mascota en el maletero?

—El uso del maletero (solo con acceso directo al habitáculo, en los cerrados no pueden ir) lo justificaría solamente en caso de perros de un tamaño considerable o cuando las plazas traseras están ocupadas, y teniendo en cuenta que es una zona de deformación programada, y en ciertos tipos de accidentes, por ejemplo, alcances traseros, esa parte se va a deformar. Así que será cuando no tengamos otra opción, pero además, sabiendo lo que estamos haciendo.

 —¿Descartamos el asiento central?

—Si están las laterales ocupadas por sistemas de retención infantil, puedes ocupar la plaza del medio si la mascota tiene un tamaño adecuado, de 8-10 kilos como mucho.

 —¿Un perro no podría ir con arnés en el asiento trasero?

—Sí que puede, pero tiene que ser un arnés testado en pruebas de impacto. Hay algunos específicos para coche, que no han sido testados, se rompen y el perro sale volando. Con todo, ninguno es lo suficientemente seguro porque no retiene la cabeza.

 —Otra cosa que llama mucho la atención es que no está regulada la asistencia a las mascotas en caso de accidente, es decir, queda a criterio de los que participen en el rescate.

—En caso de accidente se les considera objetos, igual que una bicicleta. No hay nada estandarizado para darles una atención, no existe un procedimiento.

—¿No estáis obligados a asistirlos?

—No es que no estemos obligados, es que nadie está obligado a decir: «Me hago yo cargo». Se suele contactar con los ayuntamientos, y si hay protectora de animales, se llama, pero al no haber nada firme, hay mucha inseguridad en eso. Aun así, no me creo que en un accidente nadie diga: «¿Qué hacemos con el perro?». No lo van a dejar ahí, porque también puede ser un peligro si se escapa o provoca otro accidente.

—¿Sobreviven a los accidentes graves?

—Me he encontrado de todo, sobre todo muertos o que se han escapado y los han atropellado o no se ha sabido más de ellos. Por desgracia, la gran mayoría de la gente no los lleva de forma adecuada. ¿Por qué? No hay una normativa, hay mucha desinformación, muchos tutoriales de YouTube de un adiestrador o veterinario dando consejos... La seguridad vial no se estudia en Veterinaria ni en adiestramiento tampoco, tienes que profundizar mucho en el tema de accidentes, de sistemas de retención, para saber cómo llevarlos.

 —¿El airbag puede ser mortal?

—El airbag está diseñado para una persona de estatura media (1.75 m) y peso medio (70 kg). Si está pensado para un adulto no puede valer para un perro de 2, 10 o 15 kilos. No está diseñado para ellos.