Sumérgete en una burbuja para cenar viendo el cielo

MARCO SORIANO DE TEJADA

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Se ideó por el covid, pero estos iglús situados en el Pazo da Merced en Neda (Ferrol) se han convertido en una atracción. Perfectamente aislados y climatizados son ideales para una reunión íntima

31 oct 2020 . Actualizado a las 23:20 h.

Llega el invierno y nos recogemos en casas rurales al calor de la chimenea entre paredes de piedra y aromas de humo. Fuera, frío y lluvia pero un contundente cocido sobre la mesa hace que lo olvidemos.

¿Pero y si lo que nos apetece es ver llover a mares? ¿Y si lo que queremos en esos momentos, aparentemente desapacibles, es sumergirnos en ellos? Para eso tenemos el Pazo da Merced y sus fantásticos iglús.

Si hay una cosa que saben hacer en el Pazo da Merced es reinventarse. Así en el año 1991 el arquitecto Alfredo Alcalá, rescató el viejo edificio del siglo XVI para convertirlo en el primer hotel rural de la provincia de A Coruña. Ahora, se vuelven a reinventar y han puesto cinco iglús para que sus clientes puedan disfrutar del entorno sin tener que sufrir las inclemencias meteorológicas o tal vez, tener la oportunidad de cenar en un comedor privado observando las estrellas. Su emplazamiento, en Neda, a orillas de la ría de Ferrol, es ideal tanto para celebrar un evento con toda la seguridad que necesitamos en los tiempos que corren, como para una cena íntima o una reunión familiar. Lo que en principio se ideó para sortear los inconvenientes del covid-19, se ha convertido en una atracción más del pazo. Esta especie de burbujas, perfectamente aisladas y climatizadas, tienen una capacidad máxima de ocho comensales. El servicio se hace desde una food truck que se encuentra justo al lado de estas construcciones de PVC.

OTRO PATIO INTERIOR

Según nos comenta Guillermo Alcalá, gerente del pazo, tras tres meses de funcionamiento, pararán unas semanas y en breve ampliarán la oferta del menú, ya que van a trasladar los iglús al acogedor patio interior del pazo, para que se pueda servir la comida desde la cocina que existe en el edificio. El responsable de los fogones es el experimentado chef Israel Barrientos, que nos deleita con una cocina de mercado, sencilla pero con toques de innovación. De este modo, ampliarán la oferta a la hora del almuerzo, ya que hasta el momento sólo estaba disponible para cenas.

Dada la exitosa acogida que ha tenido el proyecto, Guillermo, su responsable, cree que en invierno incluso se disfruta más de estos iglús que parecen enormes gotas de agua y apunta, que serán el emplazamiento ideal, en caso de que la pandemia lo permita, para celebrar los numerosos eventos que se dan en el mes de diciembre. Tiempo al tiempo.